¿Por qué promover el consumo local?
Comprar ropa, calzado y accesorios hechos por la industria local, no solo promueve el crecimiento económico de la región, también es una forma de rechazar el trato indigno de cientos de trabajadores en fábricas extranjeras del sector textil.
Hace cuatro años, el 23 de abril de 2013, se dio a conocer una gran tragedia en Bangladés (Asia) con el derrumbe de un edificio de ocho pisos que albergaba varias fábricas textiles en las que unas 3.000 personas habían sido obligadas a seguir trabajando, pese a que la policía había advertido un día antes de la existencia de grietas en las paredes.
La noticia que se convirtió en todo un suceso, reveló a su vez los bajos salarios, la explotación y el trato indigno de quienes allí permanecían por más de 16 horas cumpliendo con las laborales textiles.
“La mano de obra de Bangladesh es una de las más baratas de la región, y gracias a esto, ha conseguido una posición ventajosa respecto a otras zonas en el mercado textil global y ha hecho que en Bangladesh esta industria haya experimentado un crecimiento espectacular en las últimas décadas”, explica la ONG Ropa Limpia.
Un informe del Centre for Research on Multinational Corporations documentó, en India, como niñas y adolescentes trabajaban sin contrato por más de 72 horas a la semana con un salario de 0,88 euros al día.
Sumado a esto, sólo podrían disponer del dinero ganado una vez transcurridos entre tres y cinco años y lo emplearían en la dote matrimonial. Entre las firmas involucradas en este escándalo se encontraban: Inditex, El Corte Inglés, Cortefiel, Primark, Tommy Hilfiger, Timberland, H&M, Marks & spencer, Diesel, Gap y C&A.