GUILLERMO INFANTE, GERENTE DE COAGRONORTE
De los momentos de su infancia recuerda cuando su papá le regaló un acuario y era su felicidad. Pero luego creció, se casó, formó su familia y el entusiasmo por los peces pasó a un segundo plano.
Sin embargo, hace 16 años, cuando se mudó de casa, esta tenía -para su dicha- una fuente amplia. La mandó a arreglar y la llenó de agua con la esperanza de ‘inundarla’ de animales acuáticos. Y así lo hizo. Inició con dos pececitos que le habían regalado a sus hijas. Luego compró unos, otros fueron obsequiados, y en una ocasión logró reunir 53.
Hoy tiene 23 peces y son su compañía cuando al finalizar la tarde se sienta a reflexionar sobre la vida y a liberar la mente de las labores del día.
Para Guillermo Infante Santos, gerente general de la Cooperativa Agropecuaria de Norte de Santander (Coagronorte), este es su lugar favorito. Dice que nada más el hecho de sentir el sonido del agua al caer de la fuente a su pecera lo relaja y lo pone en un estado de reparación de cansancio.
Es un hábito suyo llegar del trabajo y sentarse allí también para agradecerle a Dios por su cargo laboral, por su familia y por su nueva oportunidad de vida, luego de recuperarse de una cirugía por una obstrucción en el corazón. Esa experiencia le enseñó a valorar los momentos más sencillos de su día.
“La vida es muy corta, hay que vivirla y gozarla sanamente. Disfrutar de las pequeñas cosas (...). La gente que vive de mal genio y peleando ya perdió vida, ya perdió tiempo”, dice.
Su manera de aprovechar sus días es con su esposa, Zobeida Casanova, y con sus dos hijas: Paula Andrea, de 19 años, y María Alejandra, de 16.
Se considera un hombre de casa, así que salir con ellas, prepararles el desayuno los domingos o ir a cenar, es su mejor plan.
Como papá, Guillermo reconoce que no es el mejor de todos, pero sí trata de ser el ejemplo más acertado para sus hijas. “Ellas son mis ganas de vivir, el deseo de trabajar. Yo les digo que quisiera quitarme el casete y pasárselo, con la experiencia de vida que uno ya tiene. Quiero verlas como profesionales, con un hogar formado y que Dios me dé la posibilidad de conocer a mis nietos”.