“Ser Señorita Norte ya es una ganancia para mí”: Natalia Manrique

“Ser Señorita Norte ya es una ganancia para mí”:

La historia de Natalia Manrique Aguilar se conoció el año pasado cuando concursó por ser Señorita Cúcuta como representante de la comuna 6. En ese certamen, la belleza y elegancia de la joven de 20 años sorprendió a más de uno que pensó que la cucuteña había nacido con todas las comodidades. Pero no. Su vida es otra: su familia vive en el barrio Simón Bolívar, uno de los más pobres de la ciudad, y su casa es de tablas.

Su caso llegó a oídos de los medios de comunicación locales y hasta de un periodista de ‘La Red’, del Canal Caracol, quien la entrevistó en su barrio, transmitió su historia en televisión y la invitó a las instalaciones del programa en Bogotá.

Allí, en una transmisión en vivo, la agencia de modelaje Stock Models le ofreció un contrato de exclusividad que incluía clases de pasarela y de actuación.

Feliz con la oportunidad, y pensando en el bienestar de su familia, Natalia no lo pensó y, sola, se radicó en Bogotá.

En la capital colombiana también inició sus estudios en comunicación social y periodismo y este año recibió otra propuesta inesperada: representar a Norte de Santander en el Concurso Nacional de Belleza.

No era lo suyo

Así como sucedió con el certamen de Señorita Cúcuta -donde consiguió el título de virreina- Natalia lo pensó dos veces antes de confirmar su participación, pues los reinados no eran lo suyo. Recordó que llegó a ellos por una amiga, quien la convenció de representar a su barrio en el reinado comunal.

“Nunca me llamó la atención la farándula, de que la gente me estuviera viendo o juzgando. Yo era de las que iba al río o a piscina y me bañaba en short y no en traje de baño, porque me daba pena mostrar mi cuerpo”, explicó.

Al consultar la propuesta con quienes la han apoyado en su proceso, Natalia contó que la animaron a ser Señorita Norte de Santander porque vieron en ella no solo belleza. También talento, constancia y disciplina.

“Soy una persona enfocada que trabaja por lo que quiere, que no se deja derrumbar ante ningún obstáculo, que he tenido muchísimos en la vida y los he tratado de superar de la mejor manera. Soy una mujer que quiere más y se exige demasiado”, afirmó.

Desde que recibió la banda, la joven se esforzó en su preparación. Recibió clases físicas con entrenador personalizado, clases de dicción, de expresión oral y de pasarela con Fabián Chacón, un cucuteño experto en asesoría de imagen.

El vestido de coronación y el traje artesanal que lucirá en el certamen estarán a cargo del diseñador barranquillero, Alfredo Barraza.

Sobre esto y sobre su llegada al concurso nacional, que elegirá a la nueva embajadora de la belleza colombiana este fin de semana, la Señorita Norte de Santander habló con La Ó:

¿Soñó con todo lo que le está pasando?

Sí, lo soñé. No puedo decir que desde muy pequeña porque yo tenía otro proyecto planeado en mi vida, pero en el momento en el que sucedió el certamen de Señorita Cúcuta empecé a soñar con ser Señorita Norte de Santander, y por qué no llegar a ser Señorita Colombia

¿Cuál era el proyecto que tenía planeado para su vida?

Cuando era muy niña quería ser veterinaria. Me gustan mucho los animales. Luego dije como que no, quiero ser azafata. Pero también desistí porque mi papá tampoco me apoyaba en eso. Me decía: ‘Mija, busque algo que usted estudie y sepa que no se tiene que ‘matar’ tanto trabajando y pueda tener familia’. Y a lo último, a mis 11 años, decidí ser Policía, y aún tengo el sueño porque quiero ayudar y apoyar a mi comunidad, que ellos vean que hay personas buenas que quieren trabajar por ellos sin buscar nada a cambio

Las obras sociales también hacen parte del cronograma de actividades de una reina...

Sí, y de hecho eso fue lo que me gustó de participar en Señorita Cúcuta. No gané, pero me buscaban empresas para que fuera la vocera. También pude ayudar a mi barrio y esa gratitud de la gente no se me olvida. El papel de reina me ha gustado, además de que he aprendido muchísimo y no solo para ser Señorita Colombia, sino para la vida. A diario leo mensajes donde me dicen: ‘Oye, deberías adelgazar más, eres la más gorda del grupo’ o ‘Te ves mejor mona (rubia)’, entonces he aprendido a tomar las críticas de manera constructiva para no dejarme decaer. Aunque a veces he querido tirar la toalla por todo lo que la gente dice. Yo estoy pesando 54 kilos y me dicen que estoy gorda...

“No me gusta que me vean con lástima, sino como una persona que se está superando y está haciendo todo lo posible por cumplir sus sueños”.