Isabella Santodomingo
regresa renovada a los escenarios
Tranquila y feliz por lo que ha logrado como mujer y profesional, así se siente hoy la actriz y escritora Isabella Santodomingo.
Después de lograr un reconocimiento con su libro ‘Los caballeros las prefieren brutas’, del que surgió un stand-up comedy y una serie de televisión del mismo nombre, la barranquillera se mudó a Estados Unidos para estudiar escritura creativa e improvisación para teatro. Allá vive junto a su hija Daniela, de 24 años.
Estando en el país americano recibió la propuesta de arrancar una nueva temporada en teatro de ‘Los caballeros las prefieren brutas’. Aceptó con la motivación de poner en práctica lo que había aprendido y así inició una gira nacional que llegará a Cúcuta el próximo 23 de noviembre. La cita será en el Teatro Zulima.
Volver a la capital nortesantandereana es un placer para ella. “Siento que estoy llegando a mi casa”, dijo.
Sobre su obra dice que es una versión actualizada. “Hice un recorrido por lo mejor que ha sucedido durante estos ocho años y quité lo que ya no era actual”, explicó. Los temas son los mismos: relaciones de pareja, el matrimonio para qué, por qué permanecer soltera y otros más.
A la par de sus funciones en teatro, se le midió a participar en el programa de cocina del Canal RCN, ‘Masterchef Celebrity’.
Sobre esto, su vida y su carrera dialogó con La Ó:
¿Cómo llegó a ‘Masterchef’?
No sé, como todo en mi vida, por casualidad. Yo realmente no sé cocinar tanto como pensé. Fue una experiencia súper bonita. Básicamente lo asumí como una especie de aventura, que en algún momento empezó a pesarme porque me di cuenta que no había más herramientas que las que tenía y empecé a estudiar. Uno entra fresco a la competencia, pero poco a poco te das cuenta que cocinar es un asunto serio y que merece muchísimo respeto.
¿Le gusta retarse a sí misma?
Sí, pero cada vez menos ¿sabes? Cada vez estoy mucho más tranquila. Me gusta retarme y mejorarme, pero ya no se me vuelve una obsesión como antes, que era: ‘tengo que sacar esto adelante’. Ahorita no, a esta edad (50 años) lo más bonito es haber aprendido a escoger mis batallas. Todas no me las voy a ganar, todas no las voy a perder y todas no merecen ser libradas...
¿Cree en el amor?
¡Clarooo! Pero mi idea del amor no es la idea cuadriculada de muchos, que piensan que el amor es como una meta, que uno tiene que casarse y tener hijos para sentir que su vida ha sido realizada. Hay diferentes tipos de personas en el mundo que pensamos que el amor está en todas partes: en el amor de la familia, en el amor que puedes sentir por una mascota, el amor por los hijos, el amor propio. Estamos de verdad muy fregados si pensamos que el único amor que vale, que existe, es el amor de pareja.
¿Qué enseñanza le ha dejado ser mamá?
Que hay que vivir y dejar vivir. Hay que ser y no juzgar, y hay que básicamente permitir que la otra persona sea lo que quiere ser y apoyarla y darle valores y buenas bases, pero uno no puede pretender que la otra persona sea lo que uno quiere que sea. Con los hijos es así. Los hijos tienen su propia vida y en algún momento hay que soltaros. A los hijos uno no los cría para uno, uno los cría para que sepan convivir y aprendan a vivir en sociedad.
Un consejo que quisiera compartir...
Para estar colgando es mejor caer. Creo que es el mejor consejo que le puedo dar a mi hija y a cualquier persona que me lo pregunte. Y es que muchas veces uno no debe insistir en algo que uno sabe en el fondo del corazón que es una batalla perdida.
¿Qué le falta por cumplir?
Ya llevo mil años dando lora. Yo creo que ya estoy a un proyecto de un premio a toda una vida (risas). Yo creo que ya chao, suficiente.
¿A nivel personal?
Nada. Soy una mujer absolutamente realizada, viviendo exactamente lo que he escogido y lo voy a seguir viviendo tal cual.
¿La volveremos a ver actuando?
Yo me retiré hace muchísimo tiempo cuando empecé a hacer solamente teatro. Y muy de vez en cuando he hecho cositas. La última serie que hice fue en Estados Unidos. Pero no es algo que yo busque hacer. Son cosas como que de repente te ofrecen y tú las analizas... porque las prioridades han cambiado.