Toda una experiencia en el campo
Otro objetivo de Érika con su emprendimiento es que “las personas se identifiquen con el campesino cada vez que se coman un chocolate, y valoren su trabajo”. Según nos contó, tener contacto directo con los cultivadores fue también lo que la emocionó al dar inicio a este proyecto.
Adecuó el terreno donde se cosecha el cacao, ubicado en El Porvenir, y allá se realiza todo el proceso hasta que queda convertido en una barra de chocolate.
“Ir allá es una gran experiencia”, resaltó, al revelarnos que otro de su proyecto es ‘vender’ precisamente esas experiencias.
“Que la gente conozca lo que es estar en un campo cacaotero, conozca los árboles, agarre las mazorcas de donde proviene el cacao, lo tueste, haga el chocolate... mejor dicho haga el proceso”, explicó sobre esa idea.