La Opinión

City-Mónaco, dos ricos con modelos diferentes

- Mánchester, (AFP).

E1opulento Mánchester City se enfrenta hoy, en la ida los octavos de final de la Champions League, al acaudalado Mónaco.

Si bien se trata de dos clubes ricos, ambos se sustentan en modelos económicos diferentes. Una diferencia que, a priori y dada la calidad técnica de los ingleses, también se da sobre el césped.

Desde que el jeque Mansour bin Zayed Al-Nahyan adquiriese el club en 2008, el City ha apostado por una proyección internacio­nal y la compra de jugadores estrellas.

Además, el club citizen supervisa las actividade­s del New York City, el Melbourne City y, en parte, del Yokohama F-Marinos.

“El rol que cumplen estos equipos con respecto al City es de ‘reservas de jugadores’, pero sin ninguna relación con lo que el club de Mánchester ha construido en los últimos años”, apunta Rob Wilson, especialis­ta en economía del fútbol en la universida­d de Sheffield Halla.

“Eso les permite intercambi­ar jugadores de los diferentes centros de formación (...) Es como una multinacio­nal bajo la dirección de una empresa matriz. Se trata de extender la ‘marca City’ atrayendo a patrocinad­ores internacio­nales”, apunta.

El dinero del jeque Mansour ha convertido al club de Mánchester en el sexto más rico del planeta, según los datos de la consultora Deloitte, y a la ‘marca City’ en la cuarta en términos de valoración según la firma Brand Internatio­nal.

MÓNACO, DE COMPRAR A VENDER

Por su parte el Mónaco protagoniz­ó una completa transforma­ción desde su vuelta a la primera división francesa en mayo 2013. Entonces el multimillo­nario ruso Dmitry Rybolovlev, al frente del club, tiró la casa por la ventana y se trajo a los colombiano­s Radamel Falcao (60 millones de euros) y James Rodríguez (45), al portugués João Moutinho (25), Geoffrey Kondogbia (20), Anthony Martial (5), Jérémy Toulalan (7), Isimat-Mirin (4).

Gracias a este dispendio, Rybolovlev consiguió su objetivo: devolver al club del Principado a la principal copa de Europa.

Los fastos, sin embargo, le valieron al Mónaco una sanción del organismo ‘Fair Play Financiero’ (FPF) por lo que tuvo que desprender­se de algunos de sus futbolista­s para equilibrar las cuentas. De ahí la venta de James Rodríguez al Madrid por 85 millones, que supuso un récord de ingresos para el equipo francés.

En ese escenario, el entrenador Leonardo Jardim aceptó, en junio de 2014, la nueva filosofía del club: promover nuevos talentos en el escaparate de la Champions para venderlos a buen precio.

Tras unos cuartos de final en la Copa de Europa de 2014/15, el equipo vendió a sus principale­s estrellas sacando, de cada venta, importante­s beneficios sobre el precio al que las adquiriero­n.

Con la venta de Kondogbia (Inter Milan) obtuvieron una diferencia positiva de 20 millones; con la de Martial (Mánchester United), 55; con Layvin Kurzawa (PSG), 25; y con Aymen Abdennour (Valencia), 15.

Después de toda esta inversión, ambos equipos buscan perdurar en el tiempo como clubes ganadores e influyente­s en la escena continenta­l.

La mejor forma de hacerlo, según Rob Wilson, es formando jugadores. “No hay ninguna duda que formar es la manera más rentable de hacer funcionar un equipo. El Mónaco adoptó ese modela rápidament­e. El City lo está haciendo pero más despacio”.

En esa parcela, el Mónaco cuenta con gran experienci­a, pues se prodigó en el pasado moldeando estrellas de la talla de Thuram, Petit, Henry o Trezeguet, entre otros.

E incluso ahora, en la actualidad, sigue por la misma senda. De las categorías inferiores del club del Principado vienen jóvenes con gran proyección y talento como Abdou Diallo, Kevin Ndoram, Loic Badiashile y, sobre todo, Kylan Mbappé.

“La principal diferencia entre Mónaco y City son los derechos televisivo­s, que le permiten a los ingleses seguir invirtiend­o en jugadores top”, afirma Rob Wilson.

Esta temporada, de hecho, el Mánchester City gastó 213 millones de euros en fichajes mientras que el Mónaco solo invirtió 47,5.

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