La guerra y el periodismo
A pesar del acuerdo de paz con las Farc, la presencia de otras guerrillas como el Eln y algunas bandas criminales que se disputan el negocio del narcotráfico ha hecho que el ejercicio del periodismo siga siendo una labor de alto riesgo en algunas regiones del país.
En un recorrido hecho por diferentes departamentos para conocer en detalle cuál fue el alcance de la guerra en el periodismo, la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) encontró que la realidad es alarmante.
Según las primeras conclusiones del análisis, el conflicto armado, “estableció las condiciones ideales para que el silencio y la censura se instalaran en ciudades y pueblos”.
En el caso específico de Norte de Santander, el informe advierte que, “el 16% de la población vive en municipios en silencio, lugares donde no existen medios de comunicación que produzcan noticias locales. Solo cuatro municipios de los 40 mapeados, tienen una suficiente oferta de información local”.
La FLIP señala al Catatumbo como la zona del departamento en donde las condiciones para ejercer el periodismo son las más precarias.
“En la región del Catatumbo hay 28 medios de comunicación, mientras que en todo Norte de Santander hay 64. De los medios contactados, aproximadamente el 73% se siente censurado a la hora de publicar información en la región del Catatumbo. En Norte de Santander solo el 40% se abstiene de publicar información”, dice la FLIP.