Norte de Santander
¿Cuál es su propuesta para hacerle frente a la crisis de la zona de frontera?
Propongo una zona económica especial. Yo viví como caldense lo que pasó con el Nevado del Ruiz y allí se establecieron incentivos tributarios de larga duración para inversión. No fueron pequeños decretos de emergencia económica volátiles, sino una decisión de fondo. Asimilo lo que está pasando en Cúcuta con una tragedia natural. En Cúcuta están presentes los problemas generalizados del país, pero también unos adicionales y entre estos el de la migración.
¿Cómo cree que se debe asumir el problema migratorio?
Este es un asunto que tiene una dimensión mundial. No es algo local. Hay que tratar al venezolano sin odio, aplicando una política humanitaria, altruista, pero se necesita ayuda nacional, participación de organismos multilaterales y más control.
Y, ¿qué sugiere frente a la sustitución de los cultivos ilícitos y el elevado aumento de los mismos en el Catatumbo?
Lo del Catatumbo es preocupante de la misma manera que se debe reconocer el aumento de los cultivos de coca. El país no puede desistir del camino que ofrece la sustitución voluntaria. Otra cosa es el narcotráfico, cuya actividad no puede seguir. Solo habrá una solución sostenible respecto a los cultivos, en cuanto se resuelva el problema agrario y la subsistencia de los campesinos sembradores.