Minicasas en el jardín, ¿solución para indigentes en Los Ángeles?
Golpeada por el aumento de la indigencia y por la grave deficiencia de viviendas asequibles, Los Ángeles está considerando una nueva solución: construir minicasas en los jardines.
“La ciudad necesita más construcciones” para hacer frente a su crisis cada vez más aguda de personas sin hogar, dice Anna Bahr, portavoz del gobierno de la segunda ciudad de Estados Unidos.
La administración citadina solicitó un desembolso de 5 millones de dólares de la Fundación Bloomberg para diseñar un programa que conecte a personas sin hogar y propietarios.
“Esta es una de las soluciones al problema y creo que ayudará a avanzar a las otras ideas” para salir de la crisis, porque “mucha gente verá de repente a los sin techo como vecinos” y no como una molestia, dice Sara Vander Zanden, de la asociación Facing Homelessness.
Los Ángeles registró durante el último censo del año pasado 58 mil personas sin techo, de las cuales más de 42 mil duermen en la calle o en su vehículo.
Los planes de emergencia de cientos de millones de dólares transcurren uno tras otro, pero nada funciona: el número de indigentes sigue creciendo debido a un boom inmobiliario.
En teoría se disponen de fondos para construir viviendas sociales, pero las autoridades enfrentan restricciones legales y la oposición de muchos residentes, que temen una disminución del valor de sus propiedades y un aumento de la criminalidad.
Cada vez más presionada para poner freno a la crisis de las personas sin hogar, Los Ángeles aprobó esta semana ordenanzas para acelerar la construcción de viviendas de interés social y convertir moteles en viviendas de bajo costo, y estudia la opción de construir pequeñas casas en residencias privadas.
INCENTIVOS
La alcaldía angelina evitaría la resistencia de los vecinos ofreciendo incentivos financieros a los propietarios: permiso de construcción gratuito, subsidio para construir una pequeña habitación y crédito fiscal, sin olvidar los ingresos provenientes del alquiler subsidiado, por alojar a una persona sin hogar durante tres años.
A diferencia de los rascacielos de Nueva York, Los Ángeles cuenta principalmente con los pabellones, o mansiones para los más ricos, a menudo con un patio o jardín donde se encuentra una casa de huéspedes, con una habitación adicional, una oficina,
una sala de juegos o un garaje.
El objetivo sería construir más y que cupiera en aproximadamente 12 metros cuadrados cama, cocina, baño, comedor. Facing Homelessness, una asociación de Seattle de la que surgió la idea, ha mostrado una primera experiencia positiva.
Robert Desjarlais, un indigente de 75 años, fue invitado a vivir con Dan Tenenbaum y su pareja, y la convivencia ha resultado buena porque la asociación tiene en cuenta las afinidades de gustos y preferencias: Dan y Robert son ambos amantes melómanos.
“Más de 100 propietarios de viviendas ya han ofrecido su jardín y planeamos albergar a 500 personas en los próximos cinco años” en Seattle, agrega Sarah Vander Zanden.