Dos casos de violación estremecen a la India
Dos casos de violación conmovieron a India, uno de ellos perpetrado en grupo contra una niña musulmana de ocho años y luego asesinada, que obliga al país a confrontarse con el lado oscuro de su sociedad.
“¿Qué podemos decir de un país que ha convertido la violación colectiva y la muerte de una niña en arma política?”, se preguntaba el intelectual Pratab Bhanu Mehta en el diario Indian Express.
Estos hechos, han generado manifestaciones de repudio, pero sin generar de momento un masivo movimiento similar al producido tras la violación colectiva y el asesinato de una muchacha en Nueva Delhi en 2012, en un caso que estremeció a todo el planeta. Entonces, la clase media india se identificó con aquella estudiante de medicina sometida a suplicio en un autobús cuando salía con un amigo del cine.
LEGISLADOR
En Uttar Pradesh, un estado grande, pobre y notoriamente corrupto, un influyente legislador del partido del primer ministro Narendra Modi está acusado de haber violado a una adolescente en junio.
El caso recobró interés nacional tras la muerte, cuando estaba en detención policial, del padre de la joven. Ésta intentó inmolarse con fuego ante la residencia del jefe de gobierno de este Estado, para protestar contra la policía, a la que acusa de haber torturado a su padre, que quería proseguir las investigaciones.
Ante la presión mediática, el caso ha sido transferido a los investigadores federales del CBI (equivalente indio del FBI).
El legislador, Kuldeep Singh Sengar, desmiente las acusaciones contra él. “Se trata de personas de clases bajas. Es una conspiración de criminales”, declaró. Hasta ahora el político no ha sido detenido.
LA NIÑA
En el estado indio de Jammu, el cuerpo de una niña de ocho años perteneciente a una tribu nómada había sido descubierto en enero. La menor desapareció cuando fue al bosque a buscar ponis perdidos.
Según el acta de acusación de la policía,
la víctima fue secuestrada por habitantes locales que la mantuvieron cautiva cinco días en una cabaña y luego en un templo hindú.
Durante su detención, varios hombres -entre ellos un policía- la habrían violado de forma sucesiva. Luego fue estrangulada, y su cabeza aplastada con una piedra. Ocho hombres fueron detenidos.
Según los investigadores, los hombres
quisieron aterrorizar a los Bakerwals, comunidad nómada de pastores musulmanes de la que procedía la niña, para disuadirlos de venir a su región.
Esta agresión provocó airadas reacciones en el mundo político y en la sociedad civil. El primer ministro Modi, nacionalista hindú, no se ha pronunciado por ninguno de los dos casos.