La Opinión

Las 43 reformas

-

Los abogados de mi generación estuvimos marcados por el Constituci­onalismo francés de la V República que impusiera el héroe de la Segunda Guerra, el General Charles de Gaulle, adoptada por el Referéndum del 28 de septiembre de 1958. América Latina se encontraba recién liberada de varias dictaduras militares. En 1962 nos enseñaba Teoría del Estado en el Externado de Colombia, un Tolimense afrancesad­o recién llegado de Paris, el doctor Jaime Vidal Perdomo.

La V República consagró un texto fuerte y liberal que hiciera honor a la “Grandeur” que encarnaba el General, sin importar que en algunos enfoques fuera contradict­orio. Desde entonces, esa constituci­ón, en 60 años, solo se ha reformado diecinueve veces, sin violar los mecanismos previstos de reforma. Bueno algo va histórica y políticame­nte de Francia a Colombia.

Nuestro profesor, nos enseñó que fue difícil la redacción y cómo se concilió las contradict­orias posturas ideológica­s de Michael Debrè el ministro de Justicia tan inclinado por las institucio­nes inglesas, que recogió las ideas de De Gaulle desde su discurso de vencedor en Vayeux en 1946. Conciliar con las posturas contrarias a Carré de Malberg, de Capitant que aun creían en las tesis de Rousseau de la ficción representa­tiva, que el Parlamento es equivalent­e a la voluntad General. Así fue contradict­orio el General, hasta el día que lleno de soberbia se fue.

Pero la grandeza francesa continua y permanece porque la Constituci­ón de la Quinta República jamás fue convertida en una gelatina. Ella en la modernidad es la madre de la Comunidad Económica Europea y un estado poderoso y respetable y esa sí, logró la paz. Nunca ha sido utilizada para las coyunturas personales de poder del ejecutivo. Las diecinueve reformas han sido para democratiz­ar, al punto que una de las más importante­s fue reducir el periodo presidenci­al, cuando aquí pretendimo­s entronizar la perpetuaci­ón.

Y la Constituci­ón de la V República también tuvo como objetivo conseguir la paz, y se logró y Argelia fue libre y no hubo impunidade­s.

Son muchas las ideas que se nos vienen a la cabeza a los colombiano­s, que toleramos las contradicc­iones y las incoherenc­ias, porque el perdón y el olvido implican conciliaci­ón de ellas, si se hacen dentro del marco constituci­onal. Y a esas contradicc­iones e incoherenc­ias el mismo

texto les creó un punto de encuentro para su guarda: La Corte Magnifica. Ese punto de guarda venía en los primeros tiempos, realizando una labor de guarda honorable, respetable, distante del poder de las tres ramas y de pronto se desbarranc­ó.

Se nos hace difícil aceptar a quienes tomamos esas lecciones de Teoría del Estado, libertario, ordenado, justo ,equitativo y fuerte, que ha inspirado el moderno constituci­onalismo universal, la hayan desnatural­izado estas últimas incidencia­s de la guarda de la Constituci­ón con la modalidad de Fast-food, o comidas rápidas que nos indigestan y no previstas en su texto.

Entre tanto, la descentral­ización sigue congelada y la justicia desvanecié­ndose cada día más.

Adenda:

Le debo una explicació­n respetuosa a uno de mis contradict­ores, que me reprocha decir la verdad como asesor externo de una empresa pública. Lo correcto sería ocultar lo ilegal, para no perder el contrato. Ya le daré mis razones conforme a la Ley 80.

 ??  ?? LUIS ARTURO MELO COLUMNISTA
LUIS ARTURO MELO COLUMNISTA

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia