‘MENOS VOTOS, MÁS PROYECTOS’
Aunque la MOE no ha rastreado en detalle las Unidades de Trabajo Legislativo que acompañan a los actuales congresistas, sí tiene conocimiento, por experiencias anteriores, que buena parte de estos equipos se usan no en favor del trabajo legislativo de cada dirigente como debe ser, sino para cuidar los intereses políticos y electorales en sus respectivas regiones.
No obstante, la veeduría resalta que hay algunos casos en particular en los que en realidad sí se ven unas unidades más fuertes y con una importante capacidad técnica, que se refleja en el desempeño de los legisladores.
Por esa razón, para Alejandra Barrios, directora de la Misión, es fundamental que en estas UTL se contraten los perfiles necesarios, pues de esta forma los congresistas podrían responder de manera eficiente a los intereses de los electores, así tengan que sacrificar algunos de sus votos, para poder contar con profesionales mucho más preparados.
“Lo que pasa con las UTL es que como tienen una bolsa, muchas veces sacrifican el conocimiento y el perfil y prefieren contratar a 10 funcionarios que valen menos y no están dedicados al análisis y la elaboración de propuestas, sino a aceitar las maquinarias locales”, considera Barrios.