Educación y emprendimiento
¿Y SI ABRIMOS LA MENTE AL CAMBIO?
El desempleo en la juventud colombiana ha alcanzado niveles que compiten con la tasa del desempleo en América. En el último informe del DANE los puntos de esta variable llegaron al 16%, frente a la tasa de desempleo juvenil en el mundo que es del 13%.
Nuestros jóvenes son el motor que impulsa el crecimiento y desarrollo económico del país, por ello, es necesario implementar nuevos programas y proyectos que los acerquen a opor tunidades laborales y abran camino al emprendimiento.
Una de las formas de generar estos nuevos visos de desarrollo es realizando una transformación a nuestro sistema de educación, que permita no sólo dar respuestas a las necesidades de talento humano actuales y futuras de las empresas, sino también lograr que Colombia cuente con ciudadanos preparados para los nuevos retos que está originando la cuarta revolución industrial. Es necesario destacar que dentro de las prioridades de gobierno del presidente Duque está hacer realidad la doble titulación (media técnica vocacional) de nuestros bachilleres y por supuesto, impulsar la adaptación del modelo de Economía Naranja en la dinámica nacional.
Pero… ¿Cuáles serán los beneficios de la media técnica vocacional y la economía naranja?
• Con la media técnica vocacional (MTV) tendremos un modelo educativo integral y competitivo
• Las alzas y bajas en la economía mundial no serán un obstáculo para las empresas creativas, innovadoras e independientes que hacen parte de la economía naranja
• Se reforzarán aspectos trascendentales en la cultura organizacional de las empresas y entidades, por ejemplo, trabajo en equipo, creatividad, inteligencia emocio- nal y social, entre otras. ¡Eso es ley naranja!
• El sistema educativo de nuestros colegios es del pasado. En su libro ‘Sálvese quien pueda’, Andrés Oppenheimer dice algo cargado de pura realidad:
“El sistema escolar tradicional viene de la educación prusiana de siglo XVIII… un modelo que sirvió para producir trabajadores disciplinarios para las fábricas durante la revolución industrial, pero que resulta cada vez menos eficiente en la economía de la innovación del siglo XXI, en la que los robots y los algoritmos están haciendo los trabajos rutinarios… los países necesitan más gente innovadora y capaz de pensar por sí misma”. Nuestros colegios con contadas excepciones son fábricas de estudiantes para las universidades colombianas y no para el trabajo o el emprendimiento.
• En Colombia necesitamos manos para todo tipo de trabajos, por eso, a través de la media técnica vocacional, la formación de técnicos y tecnólogos potencializada desde el bachillerato permitiría fortalecer el emprendimiento, y por qué no, exportar mano de obra a través de acuerdos “gana y gana”, es decir, gana el que se va y por supuesto, ganan los que se quedan. ¿A quién no se le ha pasado por la cabeza irse a trabajar a otro país para solventar las necesidades de quienes dejan en su tierra?
Tenemos la responsabilidad de hacer realidad la implementación del esquema de Escuelas Vocacionales que se desarrollan con éxito en varios países del mundo, como Alemania, Austria, Estados Unidos, Finlandia, Suiza, Italia, entre otros. http:// techhigh.us/
Colombia debe abrir la mente ante las propuestas de nuevos modelos económicos, erradicar la apatía y dejar a un lado las pasiones. Aquí no se beneficia un presidente, un sector o una ideología, aquí ganan los de izquierda, los de derecha y obviamente los del centro, gana el pobre y el empresario, el blanco y el moreno, el niño y el anciano… con la mente abierta a los buenos cambios ¡Ganamos todos!