Brasileño comenzó a contar detalles del caso Odebrecht
Una accidentada audiencia fue la que se vivió ayer en el comienzo del juicio contra el expresidente de Corficolombiana, José Elías Melo, enredado en el caso Odebrecht.
Luiz Antonio Bueno Júnior, expresidente de Odebrecht para Colombia dio a conocer la parte gruesa de esta primera jornada contra el expresidente de Corficolombiana. El brasileño se refirió a la demanda que en enero de 2017 instauró en contra de Gabriel García Morales quien para entonces fungía como viceministro de Transporte por el delito de cohecho relacionado con el pago de 6.5 millones de dólares para la adjudicación del contrato del proyecto Ruta de Sol 2.
Habló de las reuniones que sostuvo con García Morales en un apartamento del norte de Bogotá y luego de los encuentros que sostuvo con Melo Acosta en la sede de Corficolombiana. De uno de ellos, reveló que se dio parte de los acuerdos a uno de los directivos del Grupo Aval.
“En cuanto yo aguardaba al doctor José Elías Melo tuve una conversa rápida con Gustavo Ramírez (vicepresidente de Corficolombiana) y le comenté lo que había pasado en la noche anterior y al final de la conversa le mencioné del acuerdo con Gabriel Ignacio y él dijo que le iba a dar conocimiento a Luis Carlos Sarmiento Jr.”, dijo Bueno, pero aclaró que nunca supo si así se hizo.
La Fiscalía le contrapreguntó que por qué en la denuncia no mencionó el episodio con Ramírez a lo que el testigo insistió que se trató de una conversación breve.
Al ser interrogado por el juez de la causa sobre cuándo conoció a García Morales dijo que en una reunión en las oficinas del Ministerio de Transporte a la que también acudió el jefe de esa cartera para ese entonces, Andrés Uriel Gallego (q.e.p.d.), añadió que ese encuentro fue para “dar a conocer la firma en Colombia”.
De las reuniones privadas que tuvo con García Morales en un apartamento tenían como fin coordinar el pago de la millonaria suma antes mencionada la cual se hizo, de acuerdo con la tesis de la Fiscalía, a través de contratos ficticios con DCS Managment y usando el sistema bancario de Andorra para tramitarlos.
No obstante, para dar visos de legalidad, DCS Management cedió a la firma Consol (Consorcio de la Concesionaria Ruta del Sol 2) representada legalmente por Mauricio Jiménez, conforme consta en el documento que hace parte del material probatorio del ente acusador. Al hacer la cesión se pudo concretar el pago sin levantar sospecha.
“El pago a la empresa española por parte de Consol necesariamente tenía la aprobación de Corficolombiana y de Odebrecht”, dijo desde Brasil el expresidente de Odebrecht quien agregó que no conoció a las personas que hacían parte de la sociedad europea.
En mayo de 2010, Manuel Cabral Ximenes, director de Contratos de Odebrecht, le envió una carta a Juan Lago Novás, representante de DCS. La misiva le fue enviada a su domicilio en Madrid. Allí le relacionaba los tres pagos que debía hacer por 10.8 millones de dólares por concepto de una especie de comisión de éxito, conforme quedó estipulado en la cláusula 4.4. del contrato.
El primer pago debía hacerse en junio de 2010 por US$ 5’445.000, para julio de ese mismo año debían girarse US$2’.267.000 y US$2’178.000 para agosto de 2010.