Escándalo por el hundimiento de ley anticorrupción
La ‘perla’ con la cerró el Congreso de la República no podría ser otra sino la ley anticorrupción, un verdadero ‘Frankenstein’ legislativo en que se terminó convirtiendo un proyecto de ley que radicó en julio de 2017 el entonces fiscal general Néstor Humberto Martínez.
Uno de los inconveniente fue que se discutió en dos legislaturas diferentes. Más aún: por dos congresos diferentes. Sus dos primeros debates se dieron en junio de 2018, cuando la comisión I de la Cámara y la plenaria aprobaron el articulado origina sin mayores discusiones.
Un debate de responssabilidades se desató ayer sobre quien fue el culpabl del hundimiento de la Ley Anticorrupción que eliminaba el beneficio de la casa por cárcel para los corruptos.
El senador liberal Luis Fernando Velasco indicó un momento clave que tuvo este proyecto para que perdiera su consecutividad, es decir que siguiera la misma línea de discusión con el cual arrancó en la Cámara.
Velasco dijo que el Congreso le debe decir la verdad al país sobre la ley para que se conozca que el tema de quitar la casa por cárcel se iba a caer.
“Acá se hizo un gran debate del artículo de casa por cárcel, ese artículo nunca tuvo posibilidades de vida, eso no se votó en la Cámara. Digamos la verdad a la gente, ese artículo se metió en último momento en la Comisión Primera, va servir para insultar, para los memes, esa proposición no tenía ningún futuro, hay un principio de consecutividad, los temas que no se debaten en una cámara no se pueden meter en la otra”, indicó.
El enredo de los últimos tres días dejó en claro que la ley tenía muy difícil la posibilidad de que fuera aprobada en la conciliación, esto porque en su paso por la Cámara debían discutirse los impedimentos de los representantes, como también tres recusaciones que salieron a último momento.
Pero si hasta ahí ya era toda una novela el trámite de este proyecto, lo que pasó en su último momento, la conciliación, fue considerado como una verdadera pena. La aparición de un conciliador a quien nadie nombró pero que terminó pactando un texto cuando no tenía porqué hacerlo.
Se trató de Gabriel Vallejo, un representante del Centro Democrático, a quien según indicó él, fue la propia ministra del Interior, Nancy Patricia Gutiérrez, quien le dijo que debía hacer la conciliación con el senador Germán Varón. La designación oficial en la Cámara le correspondió a Jairo Cristo, del Partido Cambio Radical, quien nunca se llegó a sentar con Varón.
A su turno, el presidente del Congreso, Ernesto Macías aseguró: “El Senado cumplió con todos los requisitos de trámite que se exigen para una ley, inclusive, enviamos a la Cámara documentos que inusualmente nunca se piden. Nosotros cumplimos con todo, pero infortunadamente el proyecto no fue anunciado para la conciliación, entonces lo hundieron allá en la Cámara”.
Y en medio de esa discusión, la pelota de la responsabilidad de esa conciliación quedó en el cruce de cartas para saber quién, si el Senado o la Cámara
habían designado con tiempo a los ponentes de la conciliación. Al final quedó en evidencia que fue una ley de la que se hablaba mucho de dientes para afuera, pero en la intención real no fue que tuviera muchos amigos.