Acogen llamado de obispos al Eln para liberar secuestrados
El gobierno nacional acogió la petición que hicieron los prelados Darío de Jesús Monsalve, arzobispo de Cali; Juan Carlos Barreto, obispo de Quibdó; Hugo Alberto Torres Martín, Obispo de apartado, y Mario de Jesús Álvarez, obispo de Istmina, que le pidieron al Eln liberal a los secuestrados.
En tal sentido el alto comisionado de paz, Miguel Ceballos, señaló que “el Gobierno Nacional valora esta urgencia que manifiestan los obispos de liberar a los secuestrados que están en manos del Eln.
Se trata de Diana María Toro, Tulio Mosquera y Fredy Rangel, quienes ya llevan varios meses secuestrados.
Los obispos de Cali, de Quibdó, de Itsmina y de Apartadó hacen un llamado que el Gobierno valora y respalda”.
El comisionado señaló además que el presidente de la República, Iván Duque, ha sido enfático en esta condición, la cual consideran “fundamental” para avanzar en cualquier espacio de diálogo.
Ceballos planteó además que “esta carta de los obispos confirma que es el Eln quien tiene en su poder a estas personas y por eso urge su entrega inmediata”.
Pronunciamiento Del Procurador SOBRE el Paro
Por otra parte, el procurador Fernando Carrillo señaló que “no hubo alzada de voz ni insultos, acá hubo respeto, habló el Gobierno, los jefes de los partidos políticos y los líderes sociales”, quien convocó a una Cumbre Extraordinaria para que se tocaran los temas que se relacionan con el Paro Nacional que se adelanta desde el pasado 21 de noviembre.
El jefe del Ministerio Público señaló que “todo escenario de insulto debe quedar fuera de los escenarios del diálogo”, y advirtió que la “gran conclusión” de todo es que el diálogo social es la única salida a la crisis que padece el país.
“Hay que saber entender y leer lo que está pasando en las calles en este momento. Lo que debe haber es un diálogo inmediato e incluyente, eso es lo que las organizaciones están pidiendo”, reseñó.
El jefe del órgano de control destacó que Colombia necesita un diálogo que venga desde la humildad de todas las partes y con el convencimiento de que hay que escucharse.
Otro llamado desde la mesa donde se concertaron más de 100 personas es ratificar el respeto por la protesta social y el rechazo total a la violencia.
“Yo no considero que se deban desactivar las manifestaciones sociales, sobre todo cuando estas son pacíficas, lo que sí debemos hacer es sacar la violencia de las marchas y eso tiene que ser un compromiso de todo el país”, expresó Carrillo.