TEMAS / Cómo nos ven
necesarios, actuar y conservar los centros históricos, promover la formalidad empresarial, asegurar el control efectivo de operación y facilitar la movilidad de la ciudad” (presentación Néstor Saenz Saavedra).
Los SETP buscan “ordenar el transporte público” en ciudades con menos de 600 mil habitantes. Para municipios mayores a 600 mil habitantes se aplica el modelo de Sistema Integrado de Transporte Masivo (SITM). El documento “La experiencia del Ministerio de Transportes de Colombia, Proyecto Nacional de Transporte Urbano” del Banco Mundial establece que “El desarrollo e implementación de los proyectos de transporte masivo promueven cambios en las costumbres de los ciudadanos y una transformación en los hábitos de los usuarios/as que utilizan el transporte público colectivo actual pues se reestructuran rutas, paraderos [y el] el plan de movilidad urbana”. El SETP es seguir con lo mismo ordenado, y el SITM es parte de un modelo de desarrollo. Aceptemos en aras de discusión que Findeter trabajó los datos del censo 2005, y no considero sus proyecciones, pero eso contradice otro de sus proyectos, el de lograr mayor integración metropolitana (con una planeación metropolitana del transporte), pues para 2015 el área metropolitana superaba los 600 mil habitantes; es solo que como diría Carrasquilla, y repiten muchos burócratas en Bogotá, “Cúcuta es un pueblo”. No es equivocación, así es que nos ven desde el gobierno nacional.
Pero lo importante no es como lo ven los demás a uno, sino como nos vemos nosotros. Si cada vez que la burocracia bogotana viene a decirnos como “gestionar el pueblo”, nosotros solo hacemos un coro de aprobaciones, muestra que también nosotros nos vemos como un pueblo que no tenemos derecho a exigir proyectos de integración nacional real como el sistema gasoducto-poliducto del Magdalena medio a Cúcuta, y mucho menos pensar en el tren de carga que nos deje en la cuenca del Magdalena, con salida posible no solo al caribe sino al pacifico. Y ni siquiera apoyo para un SITM; sólo estudios para un SETP.
El problema de pensar en pequeño es que hace que a los demás les sea fácil vernos como liliputienses. Ya de por si es complicado que nos quieran imponer un modelo de desarrollo desde el centro (eso que los países industrializados llaman el ineficaz modelo topdown), peor aún es que nos lo impongan sin considerar nuestra realidad, y nos vean a través del sesgo centralista, solo como un pueblo fronterizo. Un buen inicio es no aplaudir esta visión, y empezar a pensar como ciudad y no como pueblo, y dejar de corear todo tipo de aventuras de la burocracia nacional, que siempre tienen una idea de cómo hacernos un “desarrollito”; un tubito o un trencito de juguete.
El inicio en cinco días de una nueva administración es la oportunidad de empezar a desarrollar un plan de desarrollo sostenible de una de las más importantes áreas metropolitanas, con una visión de ciudad que busque recuperar la importancia que una vez tuvo, y abandone de una vez por todas esa imagen de miserableza que expresaba un candidato a la gobernación, quien decía que Cúcuta no es para proyectos grandes sino para venderles “cositas a Bucaramanga y Bogotá”, y elimine del gobierno local la corrupción y la mediocridad crónicas. Sería bueno dejar de vernos como nos ven.