Chinos se casan en línea
Las parejas LGTB chinas se han hartado de esperar la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo, en un país de moral conservadora, y han decidido confiar en internet para que su relación sea reconocida.
La idea de una unión entre dos personas del mismo sexo ha ganado adeptos en los últimos años en este país, en particular entre los jóvenes, pero aún no lo suficiente para ser aceptada por toda la sociedad.
“Ya no podemos vivir en la sombra”, contó Guo a la AFP, que lleva 11 años en pareja con Zhu. Solo da su apellido para preservar el anonimato.
Han optado por hacer como miles de homosexuales: “celebrar” su unión a través de una aplicación móvil que emite certificados de matrimonio digitales, que se pueden compartir con amigos, familiares o colegas.
En China solo los matrimonios pueden adoptar un niño, tener acceso a la reproducción asistida o figurar ambos en una escritura de la propiedad.
La legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo fue una de las principales sugerencias formuladas el año pasado por la opinión pública cuando los diputados pidieron ideas para la redacción del primer Código Civil chino.
Pero la votación y publicación el mes pasado de este texto fue un jarro de agua fría para la comunidad LGTB: el matrimonio se definió claramente como “la unión entre un hombre y una mujer”.
Tabú en el cine
heterosexuales”, dice Guo.
China despenalizó la homosexualidad en 1997 y en 2001 dejó de denominarla “enfermedad mental”.
Pero aunque la causa LGTB ha ganado visibilidad en los últimos años, especialmente en la prensa, el tema no suele abordarse en la televisión o en las películas.
El año pasado, en previsión de la redacción del Código Civil, los diputados afirmaron haber recibido más de 237.000 sugerencias y 5.600 cartas a favor del matrimonio homosexual o de un mayor reconocimiento de las parejas del mismo sexo.
Yan Shanshan envió entonces un mensaje en el que hablaba de su deseo de casarse con su novia. Unas palabras que su madre había completado: “aceptamos la elección de nuestra hija. Entonces, ¿por qué vosotros no?”
“SUS padres me echaron”