Cóndores, en peligro de extinción
Están envenenando a los cóndores en Santander. En Colombia se contabilizan 64 aves que están en peligro crítico y cerca de la extinción.
La muerte por envenenamiento de tres cóndores de los Andes en el Cerrito (Santander) encendió las alarmas entre los ambientalistas, biólogos y defensores de los animales, al recordar que se trata de una especie en peligro crítico y muy cerca de la extinción. /
El cóndor, ave carroñera más grande del mundo que surca los cielos y habita en las montañas andinas de Colombia y zonas de América del Sur, está a punto de desaparecer de la faz de la tierra.
Son muchas las causas que tienen en peligro de extinción al animal que en Colombia se le tiene como emblema en el Escudo Nacional.
Aunque habitan en zonas ubicadas entre los 1.800 hasta 5.200 metros sobre el nivel del mar, no se escapan de la acción directa de algunos seres humanos que los consideran una amenaza, porque muchas veces se alimentan de pequeños animales domésticos.
Los casos más recientes de muertes se presentaron hace un par de semanas, en donde primero encontraron a dos individuos en el municipio de Cerrito (Santander), que al parecer consumieron alguna presa envenenada.
El hecho que se produjo en zona rural de la población santandereana que hace parte del Páramo de Almorzadero, encendió las alarmas.
De inmediato los integrantes de la Asociación Campesina Coexistiendo con el Cóndor (Acamco), funcionarios de la Corporación Autónoma Regional de Santander (CAS), la alcaldía del Cerrito, Cuerpo de Bomberos, personal del parque Jaime Duque y las organizaciones Neotropical y Sonora iniciaron la búsqueda de la carroña envenenada y hallaron otro cóndor juvenil en estado de intoxicación en el sector de Mortiño (Cerrito) y los restos de una carroña que podría ser la posible causante de las muertes.
El animal fue trasladado a Málaga (Santander) para recibir atención especializada.
Los cuerpos de los cóndores muertos fueron trasladados a Medellín en donde un equipo de forense veterinario de la Corporación Universitaria Remington, efectúo la exploración externa inicial de análisis toxicológico, muestras cloacales, de cavidad oral, radiografías y demás procedimientos de necropsia forense.
Esas experticias permitirán conocer los resultados de toxicología que establecerán las causas de la muerte de los individuos.
En alerta
Para la bióloga e investigadora de la
Fundación Neotropical, María Alejandra Parrado Vargas, la situación es alarmante porque los cóndores hacen parte de una especie que a nivel de Colombia y América del Sur está en la categoría de peligro crítico y cercano a la extinción.
La bióloga recordó que en febrero de este año se llevó a cabo el primer censo del cóndor en el país que dio como resultado la aproximación de 64 individuos.
“En donde mayores registros se alcanzaron fue al norte de la cordillera oriental que corresponde a las regiones de Santander y Norte de Santander, con 34 animales”, indicó Parrado.
Sobre el accionar de estas grandes aves, aseguró que se consideran depredadores oportunistas, pero que esas acciones ocurren de maneras esporádicas y no son frecuentes como se quiere hacer ver para justificar las posibles causas de las muertes por envenenamiento.
De acuerdo con la defensora ambiental, en esa región de páramo existen depredadores naturales como los pumas y perros silvestrados que fueron introducidos por el hombre.
“Por esta razón la gente ha venido generando una persecución hacia los cóndores y es posible que les hayan instalado cebos tóxicos para eliminarlos o también para acabar con los pumas y perros”, agregó la bióloga.
Con las carroñas envenenadas llegan a morir muchas especies que se congregan a comer de manera comunitaria.
La investigadora recordó que son lamentables estos sucesos, porque desde el 2016 se adelantan procesos de educación ambiental y de evaluaciones de conflictos cóndor-humano a lo largo del área de influencia del Páramo de Almorzadero.
La bióloga explicó que es oportuno iniciar un proceso que abarque programas regionales de conservación en la región oriental de Colombia, teniendo en cuenta que los cóndores de Norte de Santander son los mismos que frecuentan los picos de Santander y posiblemente de la Sierra Nevada de Santa Marta.
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Los cóndores empiezan la etapa de reproducción a los ocho años con un solo huevo que después repiten cada tres. El periodo de incubación es de 60 días y cuando nace el polluelo permanece casi dos años en el nido para alzar el vuelo”.
En la región
El biólogo de la Universidad de Pamplona y colaborador de la Fundación Neotropical, Alberto Peña, quien desde hace varios años ha estado observando el comportamiento de los cóndores en la vereda Tencalá, Chitagá, Silos, Cácota, Mutiscua y Cáchira, considera que es triste que todavía se presenten hechos que atentan contra una especie protegida.
Para el profesional de la biología los cóndores son indispensables para el medio ambiente, porque limpian de animales en descomposición a los ecosistemas de alta montaña o páramos.
En torno a la labor que adelanta en estas zonas del departamento, explicó que consiste en campañas educativas con estudiantes, docentes y campesinos sobre la importancia de cuidar estas especies que son únicas en el mundo.
También, considera que las entidades y corporaciones ambientales de la región tienen el compromiso de adelantar programas de conservación del cóndor andino.