Revelan mayoritario apoyo al impuesto a bebidas azucaradas
Un informe de la Universidad de Los Andes señala que el tributo es necesario.
Un estudio elaborado por Red Papaz sobre la percepción frente al impuesto a las bebidas azucaradas, encontró que 62,2% de los encuestados apoya este tipo de impuesto que busca incentivar una alimentación y nutrición adecuada.
Así mismo el 52% de quienes dijeron haber percibido un aumento en el precio de estos productos en el último año, reportaron que en consecuencia disminuyeron el consumo de estas bebidas.
En cuanto a la destinación del recaudo del impuesto, los encuestados estuvieron de acuerdo con destinarlo a prevención de enfermedades cardíacas, obesidad y diabetes (83,3%), al sistema de salud pública (81,7%) y a bebederos y agua en los colegios (78,5%).
Este estudio que fue elaborado con 803 adultos colombianos de 18 a 70 años residentes en las regiones Andina, Caribe y Pacífica del país, identificó que la mayor parte de la población encuestada reconoce que las bebidas y comestibles ultraprocesados son nocivos para la salud, lo que es consistente con el alto número de encuestados (78,7%) identificados con la premisa de que el gobierno debe implementar medidas para desalentar o disminuir el consumo de estos productos y con que debe poner la salud por encima de los intereses de la industria de los mismos (84,4%).
Para Carolina Piñeros Ospina, directora Ejecutiva de Red Papaz, a Colombia le urge avanzar en la adopción de las medidas que la Organización Mundial de la Salud ha recomendado a los países para avanzar en la lucha contra la malnutrición, como el etiquetado, impuestos a las bebidas ultraprocesadas endulzadas, entornos escolares saludables y restricción de publicidad de no saludables dirigida a niñas y niños.
Impuesto necesario
Un informe de la Universidad de Los Andes evaluó toda la evidencia existente sobre el efecto de un impuesto a las Bebidas Azucaradas y concluyó que este impuesto es la alternativa más equitativa disponible en la prevalencia de sobrepeso y obesidad.
El informe elaborado por cinco profesores de la Facultad de Economía, revisó más de 77 estudios científicos nacionales e internacionales en donde se mostraran datos del impacto que tiene el impuesto a las bebidas azucaradas en el sobrepeso y la obesidad, que incluyen bebidas gaseosas y jugos o néctares con azúcares añadidos.
Según el informe, la razón de aprobar un impuesto a estas bebidas, tal como lo recomendó la Organización Mundial de la Salud, es que múltiples estudios demuestran que su consumo está asociado al aumento de peso en niños y adultos, y al aumento del riesgo de padecer obesidad, diabetes mellitus tipo 2 y enfermedades cardiovasculares.
Entre las razones, los expertos destacan: “Primero, existe evidencia de que las bebidas azucaradas (BA) están asociadas al desarrollo de enfermedades crónicas. Segundo, a diferencia de otros alimentos incluyendo bebidas que contienen azúcar, como las bebidas lácteas, el valor nutricional de las BA definidas en la propuesta de reforma es nulo. Tercero, estas bebidas no producen saciedad y, por tanto, se convierten en una fuente de calorías vacías adicionales, lo cual las diferencia de otros alimentos altos en calorías. Cuarto, las BA tienen una base gravable (el valor sobre los que se aplica el impuesto) fácilmente identificable, a diferencia de muchos alimentos altos en calorías en Colombia”, dice el informe.
Sobre el supuesto mayor impacto de este impuesto en las poblaciones con menores recursos, uno de los argumentos de quienes se oponen a la medida propuesta por el nuevo gobierno del Presidente Petro, el informe señala que, por el contrario, el impuesto es una medida equitativa y costo efectiva.
De acuerdo con la evidencia recogida por los profesores, la reducción esperada en el consumo de bebidas azucaradas en Colombia como producto de un impuesto de 10 % es de 10,8 % en hogares de menores ingresos y 8,2 % en hogares de mayores ingresos. Estos 2,6 puntos porcentuales de diferencia no afectan nutricionalmente a quienes viven en hogares de menores ingresos, pues las Bebidas Azucaradas no tienen ningún valor nutritivo, por cuanto se trata de calorías vacías.
Además, argumentan que los hogares de bajos ingresos dedican 20 % menos de los gastos destinados a alimentos en Bebidas Azucaradas con respecto a los hogares de altos ingresos, lo cual sugiere que este tipo de bebidas son más consumidas en hogares de mayores ingresos con respecto al gasto total en alimentos.
Un alto porcentaje de los encuestados está de acuerdo en poner la salud por encima de los intereses de la industria”, estudio de Red Papaz.