En el país, el 40% de los desempleados es profesional
¿Qué reformas necesita el mercado laboral en Colombia? La academia da su punto de vista.
Un estudio del Politécnico Grancolombiano reveló que de los más de 40 millones de personas que están en edad de trabajar, el 13,7% no tiene empleo. Según el nivel de formación, los profesionales con estudios de posgrado son los que menos ofertas laborales tienen. Los graduados con formación tecnológica sí encuentran más oportunidades de trabajo.
La tasa de desempleo, en Colombia, se ubicó en septiembre en 10,7%, con una caída de 1,3% en comparación al mismo mes de 2021, cuando fue de 12%, según el DANE. Hubo 22,4 millones de ocupados, 1,7 millones más en comparación al mismo período del año pasado. En el caso de Cúcuta, la ciudad registró 11,7%, levemente por encima del promedio para el grupo de 23 capitales y sus áreas metropolitanas(11,1%), ocupando el puesto 13.
¿Qué está pasando con el mercado laboral en el país? Un reciente estudio del Politécnico Grancolombiano reveló que el 40% de desempleados son profesionales.
Además, reflejó que, de los más de 40 millones de personas que están en edad de trabajar, el 13,7% no tiene empleo. Entre las principales razones por las que este porcentaje alude su desocupación están la no disponibilidad de trabajo en su ciudad, no encontrar el trabajo apropiado en su oficio o profesión, carecer de la experiencia necesaria y que los empleadores los consideran muy jóvenes o muy viejos.
El estudio identificó que Colombia tiene 5,2 veces más demanda de empleo que ofertas laborales. Solo en 2019 se generaron 420.000 ofertas de empleo y hubo cerca de 1,5 millones de graduados en educación superior en búsqueda de empleo.
Según el nivel de formación, los graduados con estudios de posgrado (especializaciones, maestrías y doctorados) son los que menos ofertas laborales tienen. La mayor oferta es para los graduados con formación universitaria, pero también es la población más amplia, así que la oferta no es suficiente para la demanda.
Los graduados con formación tecnológica sí encuentran más oportunidades laborales.
Dificultad para emplear
De acuerdo con el informe del Politécnico Grancolombiano, el 54% de los empleadores tiene dificultad para cubrir puestos de trabajo.
Entre las barreras identificadas para contratar se destacan la ausencia de solicitantes acordes al perfil, la falta de habilidades técnicas, la falta de experiencia, aspirantes que buscan un mejor pago, la falta de manejo de idiomas y la falta de competencias y habilidades blandas.
Las expectativas laborales de las nuevas generaciones han tenido mucho que ver. Los jóvenes de las generaciones Millenials y Z (desde los 12 hasta los 42 años) son nativos digitales, que buscan horarios flexibles, desarrollar sus habilidades, ascender, tener un rol de liderazgo y encontrar retos laborales. A diferencia de los de la generación Z (desde los 42 hasta los 62 años), quienes tienen como prioridad el dinero y la estabilidad laboral.
La reforma que se necesita
Marisol Salamanca, docente del programa de Economía del Politécnico Grancolombiano, indicó que muchos profesionales no cuentan con las competencias necesarias para acceder al primer empleo, desencadenando en otra barrera: la falta de experiencia.
Salamanca aseguró que una reforma del mercado laboral se debe evaluar desde diferentes puntos de vista relacionados con la informalidad, acceso a las pensiones, formación para el trabajo y garantías para los trabajadores. Por eso, resulta apremiante que exista una relación constante entre el Estado, los empresarios y las instituciones de formación
“La reforma al mercado laboral sin duda alguna debe estar encaminada a comprender las nuevas tendencias de mercado que surgieron a raíz de la pandemia como el teletrabajo, que llegó a ocupar una parte crucial en el desarrollo de la actividad y de las dinámicas económicas, lo cual sugiere que se debe estar preparado en términos legales para garantizar dicho acceso”, afirmó la docente.
La académica manifestó que la reforma también debe estar encaminada a facilitar y potenciar el empleo rural en términos que signifiquen una ventaja competitiva en el sector del agro colombiano. Por supuesto, el Estado debe promover la política del primer empleo, para que los jóvenes puedan acceder al mercado laboral y desarrollen la experiencia que requieren.