Joven fue señalado como ladrón por sus mismos atracadores
A las 6:45 de la tarde, Fernando* (nombre cambiado) iba caminando tranquilo por el Centro de Medellín cuando, de repente, escuchó que alguien se le acercó, le gritó “ladrón” y luego siguió un rosario de puñetazos y patadas.
El hombre transitaba por la avenida La Playa y la calle Colombia, luego de terminada su jornada laboral y se dirigía hacia su casa en el barrio Boston. Sin embargo, cuando menos pensó vio que un hombre se le acercó, lo rodeó con sus brazos y lo acusó de haberle robado a un amigo. Inmediatamente se arrimó otro tipo y entre ambos lo derribaron y comenzaron a golpearlo salvajemente al tiempo que le esculcaban los bolsillos.
La víctima empezó a gritar, pidiendo ayuda, mientras se ponía en posición fetal intentando amortiguar los golpes. Para su fortuna, las patadas que le lanzaron hicieron que la sombrilla que llevaba en el bolso se abriera y saliera volando, lo que distrajo a los asaltantes y pudo ponerse en pie y correr buscando refugio.
El hombre, de 38 años, corrió hasta la clínica Soma donde vio dos patrullas, pero se percató que no estaba allí ningún policía. Siguió caminando hasta la casa de unas amigas que viven cerca y allí se refugió.
Buscando respuestas a lo que le sucedió, y todavía con un agudo dolor en todo el cuerpo por la paliza recibida, Fernando rechazó la falta de empatía que padeció en ese momento, pues nadie se interesó en parar la situación y a los testigos les bastó con los gritos de los atacantes para creer que él era un ladrón. “Nadie se paró, estuve absolutamente solo en ese momento, por eso llamo a la empatía y a la solidaridad, porque un grito, una llamada a las autoridades o hasta un pitazo de un carro te puede salvar la vida. No podemos caer en esto de que a los ladrones hay que matarlos, es un llamado de empatía”.
Varias personas en redes sociales aseguraron que ya conocían esta modalidad de hurto y algunos, incluso, manifestaron haber sido víctimas de la misma. Hasta ahora, no hay denuncia formal por el ataque que sufrió el hombre.
La Policía pidió a la ciudadanía estar atentos y no dar papaya ante modalidades similares, como el del supuesto amigo, cuando entre una o varias personas rodean a la víctima y mientras lo confunden haciéndole creer que se conocen de alguna parte lo requisan hasta quitarle sus pertenencias. También es común el de los falsos policías, en el que ladrones disfrazados inventan operativos para llevarse objetos de valor de locales comerciales o viviendas.