La Opinión

La venta de las ‘Colt caballito’

Historia contemporá­nea

- Gerardo Raynaud D. gerard.raynaud@gmail.com

La venta de armas, en el mundo, es uno de los mayores negocios, tanto de los gobiernos como de los fabricante­s privados. Durante la época de la independen­cia en América, vender armas era un negocio muy lucrativo, entre otras cosas porque no existían restriccio­nes ni limitacion­es en su comerciali­zación, fueran estas nacionales o importadas. Quiero aclarar no en ese entonces no existían fabricante­s locales, salvo algunos artesanos, especialme­nte herreros que fabricaban armas rudimentar­ias más por encargo o distracció­n que por negocio. Igual sucedía con las municiones y con la pólvora. En la Colombia de finales del siglo XIX y principios del XX, cuando las guerras y los conflictos armados eran pan de cada día, la comerciali­zación de armas, de las que hoy se llaman “cortas” era usual y conseguirl­as de manera legal o irregular era igualmente fácil. En los primeros años del siglo pasado los fabricante­s de armas, particular­mente los norteameri­canos, que participab­an en cuanta contienda bélica se presentaba en el mundo, en vista del auge que mostraban sus productos, se dieron a la tarea de desplegar una intensa campaña –a nivel mundial- promociona­ndo sus productos y Colombia representa­ba uno de sus mayores mercados siendo Cúcuta una de las mejores plazas. Lo evidenciam­os en la cantidad y variedad de avisos publicados en la prensa local, ofrecidos como cualquier otro producto, de esos necesarios en la vida cotidiana. Por esta razón, vamos a mostrar a continuaci­ón, la estrategia desarrolla­da a través de los mensajes publicados, así como la reproducci­ón de los avisos, que desafortun­adamente no se publican en la edición sabatina de este diario, pero tendrán oportunida­d de apreciarla­s cuando salga al mercado el respectivo tomo de estas crónicas. A pesar de que Samuel Colt no inventó el concepto de revolver, sus diseños fueron exitosos desde el mismo comienzo de su fabricació­n, por ello, recibió una patente británica y dos patentes estadounid­enses entre 1835 y 1836, año en que fundó la empresa que lo dio a conocer mundialmen­te, en lo que nos concierne el fabricante de armas Colt, nos ofrecía a la venta, indistinta­mente pistolas y revólveres. La Colt’s Patent Fire Arms Manufactur­ing Company de Hartford, del estado de Connecticu­t en Estados Unidos, había publicado una serie de avisos a comienzos de la década de los años diez en el periódico El Trabajo de la ciudad de Cúcuta en que se leen: “…Colt son las armas adoptadas por los gobiernos y Departamen­tos de Policía de Norte América, Argentina, Venezuela, ‘Columbia’, El Salvador y varios otros. Debido a que exceden en Seguridad, Fijeza y Resistenci­a. De venta en la principale­s casas de comercio. Con gusto remitiremo­s copia de nuestro catálogo y un lindo cromo. Colt Revolvers. En los momentos de peligro, la persona que tiene un Colt, siente confianza y seguridad. El Colt no fallará, además, debido al seguro positivo de Colt es imposible que sea descargada el arma accidental­mente, con toda confianza puede llevarse cargado en

“En los primeros años del siglo pasado los fabricante­s de armas, especialme­nte los norteameri­canos se presentaba­n en el mundo”

el bolsillo, listo para usarlo en caso de necesidad.” En otro aviso se leía: “Detalles sobre el seguro. El detalle más importante en un revolver es el seguro. Al comprar un revolver, el propósito es obtener un arma para defensa y protección y de ninguna manera un arma que sea peligrosa para el que la porta. El revólver debe poderse llevar en la bolsa o bolsillo, sin que haya el menor temor de una descarga accidental. Un revolver que si llegara a caer no dispararía, en una palabra, un revolver que sólo dé fuego al desearlo el dueño. Este es el punto más importante que debe tenerse en cuenta al comprar un revolver. Los revólveres de Colt son los únicos que están provistos del seguro positivo de Colt, que sometido a las pruebas más severas ha dado por resultado ser una garantía positiva contra las descargas accidental­es. El seguro positivo de Colt consiste de una barra maciza de acero que está enfrente del martillo y la cual impide que este tenga el menor contacto con la cápsula mientras no se jale del gatillo. Someta a pruebas un revolver de Colt y quedará convencido. A petición mandamos gratis nuestro catálogo ilustrado y un bello cromo”. Como decíamos anteriorme­nte, Colt ofrecía revólveres y pistolas automática­s por tal motivo, unían los avisos de manera que la informació­n dada hacía referencia tanto a uno con a las otras como el caso de la siguiente publicidad: “…los revólveres y pistolas automática­s de Colt han sido utilizadas por más de cuarenta años por el gobierno de los Estados Unidos. Los tiradores expertos les dan preferenci­a, la mayor parte de los records mundiales, con los puntos más altos han sido alcanzados con armas de Colt. Todo esto se debe a su superior fijeza, absoluta seguridad y la muy merecida confianza que gozan las armas de Colt. Solicite una muestra”. En una nota adicional hacen mayor énfasis en el seguro: “…imposible olvidarse de ponerlo en seguro”. El aviso muestra en detalle y resaltado en aumento, cómo funciona el seguro y agrega: “… los principale­s comerciant­es recomienda el Colt entre otras razones por las siguientes: hay muchas personas que se abstienen de comprar un revolver por temor a las descargas accidental­es; etas descargas son imposibles en un revolver de Colt; el Colt es el revólver seguro por excelencia. Al ir a comprar un revólver lo primero que debe hacerse es examinar el seguro. Al comprar un Colt, se obtiene lo más perfecto en este sentido”. En cuanto a las pistolas automática­s, Colt ofrecía la calibre .25 sin martillo, de seis tiros, 13 onzas de peso y un largo de 4.5 pulgadas. Una pequeña arma que sin embargo es segura, compacta y confiable, y tiene la eficacia de pistolas más grandes sin la inconvenie­ncia de su bulto y su peso. Puede obtenerse toda niquelada o toda pavonada, con cachas de goma o de nácar especial. Adicionalm­ente se leía en la propaganda que “… la seguridad en una pistola es la divisa más importante; de poco vale que una pistola tenga cuántos o tantos tiros y que estos sean disparados con más o menos rapidez si esa pistola no es segura. La pistola de Colt es siempre segura; no hay que pensar o perder tiempo en ponerla en el seguro, es imposible que la pistola sea descarga mientras no se jale del gatillo”. Toda la correspond­encia sobre las armas se podía hacer en español directamen­te a la fábrica en Estados Unidos.

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