Un vigilante muerto y una estudiante herida a bala
Ana Karina Garcés, de 18 años, recibió un impacto en medio del asesinato de Ceferino Gallo García, de 53.
Las detonaciones de varios disparos, la noche del viernes, en el barrio Caño Limón, fueron el presagio de que la violencia se acercó de manera abrupta a este sector de la Comuna 6 de Cúcuta, dejando otra víctima inocente.
La imagen desgarradora de Ana Karina Garcés Jiménez, de 18 años, y del vigilante informal Ceferino Gallo García, tendidos en el piso, ensangrentados y con impactos de bala, fue vista por varios habitantes de ese sector, que salieron de sus casas a ver lo que había sucedido.
El ataque iba dirigido contra Gallo García, de 53 años, afirmaron las autoridades. Este hombre es uno de los fundadores de ese sector y siempre fue reconocido por su labor como vigilante informal.
Mientras que la estudiante Ana Karina Garcés, quien vive hace al menos una semana a pocos metros del lugar del hecho, recibió un impacto en la cabeza, por una bala perdida, que, hasta el cierre de esta edición, permanecía en grave estado de salud.
“Ella, al parecer, iba llegando a la casa cuando ocurrió eso. Vive acá hace pocos días y ahorita está muy grave”, ratificaron algunos residentes del lugar.
De hecho, entre los vecinos se compartieron imágenes de Whatsapp en las que se lamentaban la muerte de la estudiante, pero, al cierre de esta edición se conoció que permanecía intubada en una clínica de la ciudad, con aparente muerte cerebral.
Este suceso se suma a la muerte de un niño de 8 años, que resultó herido, junto con otro menor de su misma edad, cuando tres pistoleros llegaron hasta la avenida 49 con calle 2, de la invasión Paz y Futuro, para asesinar a Jainer Páez, la noche del martes.
Aunque el menor luchó por su vida durante tres días en un centro médico, finalmente murió, dejando dolor y resignación entre sus familiares.
El infante, según una familiar, estuvo bajo observación médica en el Hospital Universitario Erasmo Meoz, donde fue operado de urgencia y su salud se complicó, quedando en coma.
Extorsiones
Ceferino Gallo, quien recibió tres impactos de bala en la cabeza y finalmente murió en el hospital, se dedicó toda su vida a trabajar como vigilante informal en Caño Limón.
Sin embargo, extraoficialmente se conoció que, al parecer, había sido víctima de constantes extorsiones, situación que conocían las autoridades.
Un familiar de la víctima recordó a su ser querido como un hombre honesto, trabajador, servicial y buen consejero.
Según se conoció, Gallo salió de su casa a trabajar, a las 7:30 de la noche, del viernes, como acostumbraba a hacerlo y una hora después ocurrió el ataque a balazos.
Los dolientes les pidieron a las autoridades que se investigue de manera exhaustiva y se esclarezca el hecho de sangre, por el que perdieron a su ser querido.
“Él (muerto) era un hombre trabajador, honesto, servicial y muy buen consejero. Exigimos que se aclare este hecho”, familia de Ceferino Gallo.
Los gaitanistas
Esta semana, la Policía Metropolitana de Cúcuta presentó en una rueda de prensa, la captura de cuatro presuntos miembros de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (Agc), que supuestamente extorsionaban a los vigilantes informales y demás comerciantes de los barrios Caño Limón, Carlos Toledo Plata y Simón Bolívar.
Luego de una investigación de al menos un año, el grupo Gaula Élite identificó y capturó a estas personas en una operativo simultáneo en Cúcuta y Medellín. Entre los detenidos está el líder financiero de esta organización armada ilegal.