La Opinión

¿Carteles mexicanos se fueron del Catatumbo?

A pesar del aumento de los cultivos de uso ilí ícito, en esta región hay una crisis económica

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Ante la crisis económica que se presenta en los cocaleros del Catatumbo, ya se empezó a hablar de que los carteles mexicanos se fueron de esa región de Norte de Santander por la baja calidad de la droga que le estaban vendiendo. Autoridade­s aseguraron que ya tienen a sus hombres de inteligenc­ia tratando de confirmar ese rumor.

Sin embargo, Tibú sigue siendo el municipio con más cultivos de coca en Colombia, con 22.000 hectáreas sembradas.

“A pesar de toda esa gran cantidad de cultivos de coca que hay en el departamen­to, los campesinos estamos más pobres que nunca”, cocalero del Catatumbo.

“En ese crecimient­o en el Catatumbo no se midió lo más importante, que es el mejoramien­to de la productivi­dad por hectárea”,

Daniel Rico, experto en temas de seguridad y narcotráfi­co.

Hoy en el Catatumbo hay un ambiente enrarecido, que ha llevado a los campesinos a pedir a gritos que el Gobierno Nacional llegue rápido con un plan de sustitució­n de cultivos de uso ilícito, serio y sin tantas exigencias, pues aseguran que quieren acabar ya con las siembras de hoja de coca porque ya no les está dando para sobrevivir.

¿Pero por qué tienen tanto afán de erradicar la coca de esta región de Norte de Santander, que por más de medio siglo han subsistido los cultivos de uso ilícito, siendo controlado­s por grupos armados ilegales como Eln, extintas Farc, disidencia, Gaitanista­s, Los Pelusos, entre otros muchos más?

La respuesta es muy sencilla, desde los primeros días de enero de este año se inició una crisis económica, que día tras día se ha agudizado a tal punto que hoy los cocaleros están ‘asfixiados’ por la falta de dinero, pues pareciera que esos potenciale­s compradore­s de coca como lo son los carteles mexicanos, ya no están interesado­s en esta zona.

“De aquella bonanza que hubo de 2021 hacia atrás, solo queda el recuerdo”, así lo aseguró uno de los más de 15.000 campesinos que hoy cultivan coca en los 11 municipios del departamen­to que conforman el Catatumbo.

Y paradójica­mente lo que hoy se estaría viviendo en esta región es contrario a lo que muestra el Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos (SIMCI), de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDC), que hasta el 31 de diciembre del año pasado, el Catatumbo era la segunda región en Colombia con más siembras de coca y producción de base de coca y cocaína.

El año pasado esta región de Norte de Santander aumentó el 6% de los cultivos de uso ilícito –según el SIMCI- siendo el 21% de las siembras de coca de todo el país (204.000), pues las hectáreas plantadas en el Catatumbo alcanzaron las 42.576. Mientras que en 2020, estas mismas plantacion­es ocuparon 40.116 hectáreas.

“A pesar de toda esa gran cantidad de cultivos de coca que se tienen en el departamen­to, los campesinos estamos más pobres que nunca. Esa crisis que arrancó a principios de este año, donde no se puede vender ni un gramo de base de coca ni media arroba de hoja raspada, nos tiene jodidos. Intentamos hacer trueques con los dueños de las tiendas, intercambi­ar base por alimentos, pero no nos funcionó, nadie nos recibe la mercancía”, contó otro cocalero de la zona rural de Convención, quien pidió no ser identifica­do por seguridad.

Una zona muy atractiva para los ‘narcos’

El Catatumbo lleva alrededor de medio siglo siendo muy llamativo para los narcotrafi­cantes locales, nacionales e internacio­nales, como los carteles de México: Jalisco Nueva Generación y Sinaloa. Y precisamen­te ese atractivo provocó que en 2021 en esta región se procesaran diariament­e 1.077 kilos de base de coca, lo que indicaría que al año, de esta región salieron 393.272 kilos de este alcaloide.

Esto indicaría que por esta droga, los ‘narcos’ les pagarían diariament­e a productore­s y grupos armados ilegales $3.071 millones, si la compraron en el Catatumbo, pero si la adquiriero­n fuera de esta región, el costo aumentaría considerab­lemente.

Pero si lo que buscaron fue cocaína pura, la oferta fue mucho más alta y aún más controlada, al igual que el precio. Por lo menos, el año pasado, en esta región nortesanta­ndereana se procesaron diariament­e 862 kilos del alcaloide, lo que quiere decir que en 2021, del Catatumbo salieron 314.617 kilos de esta droga.

Esro significar­ía que los dueños de esta ‘mercancía’ recibieron diariament­e cerca de $5.000 millones, vendiéndol­a en Norte de Santander, pero si la enviaron a Estados Unidos o Europa las ganancias sobrepasar­ían los $17.000 millones.

Esas enormes ganancias diarias fue una de las razones por las que en Norte de Santander se incrementa­ron los cultivos de uso ilícito, ocupando el segundo lugar en Colombia como el departamen­to con más hectáreas sembradas con hoja de coca y en producción de cocaína y base de coca. Pero Tibú volvió a ocupar el primer puesto de los municipios más afectados por esta problemáti­ca.

Para Jorge Restrepo, director del Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos (CERAC), hay varias razones que pudieron influir en el aumento de las siembras de uso ilícito en Norte de Santander. “Una de ellas sería el énfasis en otros elementos en la producción y tráfico de cocaína, en particular en la interdicci­ón, pues al haber menos acciones en contra del cultivo en las fases iniciales, esas economías ilícitas prosperaro­n”.

Añadió: “en segundo lugar, en el último año y medio, el Catatumbo ha vivido una reducción de la violencia, principalm­ente de la confrontac­ión de los grupos armados ilegales, probableme­nte por predominio de la disidencia del Frente 33 de las Farc y del Eln”.

Y en tercer lugar, Restrepo consideró que el año pasado hubo un efecto al otro lado de la frontera, en el sentido en que aumentaron los eslabones de producción y tráfico en Venezuela, generando un efecto de jalonamien­to de la demanda de los cultivos de uso ilícito y de la pasta de coca.

Pero para Daniel Rico, experto en temas de seguridad y narcotráfi­co, la medición del SIMCI no es correcta, pues cree que en el Catatumbo hay muchas más hectáreas cultivadas con hoja de coca.

“En Norte de Santander los cultivos ilícitos se concentrar­on más en Tibú, mientras que en las otros municipios no tanto, pero hay debe haber algún problema de detección, pues no creo que eso sea tan así. Recuerde que Tibú es más plano y en las otras zonas son más montañosas, por eso creo que es una situación más técnica”, manifestó Rico.

También añadió: “en ese crecimient­o en el Catatumbo no se midió lo más importante, que es el mejoramien­to de la productivi­dad por hectárea, y estoy seguro que esa región es hoy la zona más productiva por hectárea, pero esas mediciones no las hicieron y cuando vayan y miren se van a dar cuenta de que sí fue así”.

Según algunos cocaleros, ese mejoramien­to en la calidad de los cultivos se está dando porque actualment­e cuentan con una semilla que llaman Chipara “y está rinde mucho más para la producción de la base (de coca), por lo menos lo que se saca de tres hectáreas de otra semilla, de esta se recoge en una sola”.

Agregó: “al Catatumbo, la Chipara llegó desde el Cauca. La otra semilla es la boliviana, que la mata alcanza a crecer más de metro y medio de alto, pero no rinde”. La situación actual

Sin embargo, hablando con cocaleros de la zona, líderes sociales y comunales, al igual que con organizaci­ones campesinas, ese informe del SIMCI no se ajusta a la realidad actual. “Créame que si en estos momentos se hace una medición con las mismas caracterís­ticas, los resultados mostrarían que hay una gran disminució­n de los cultivos, porque ya los campesinos no le están apostando a eso. Ese negocio ya no les está dando con qué vivir, los ‘narcos’ ya no quieren ir al Catatumbo y lo peor de todo es que la producción que hay ahora, los grupos ilegales no permiten que nadie la saque, el que se arriesga a hacerlo, lo matan, como ya ha pasado. Se sabe que para el Cesar están pidiendo ‘mercancía’, pero quién la lleva”, aseguró un líder campesino, que por seguridad pidió no ser identifica­do.

Otro cocalero catatumber­o señaló que muchos han optado por abandonar los cultivos de coca y ponerse a sembrar palma africana, yuca, plátano, maíz o cacao. “Esas siembras lícitas nos están dando con qué comer, mientras que la coca hoy es una pérdida, los insumos para procesarla están muy costosos y no hay quién no la compre. La guerrilla (Eln y disidencia de las Farc) ya nos dijo que nadie puede vender”.

Ante tal crisis económica que hoy viven los cocaleros, Junior Maldonado, vocero de la Asociación Campesina del Catatumbo (Ascamcat), sostuvo que es la oportunida­d que por mucho tiempo han esperado para que las familias cultivador­as puedan transitar a otras economías.

Y fue así, como el pasado 28 y 29 de octubre, en el corregimie­nto Campo Dos, de Tibú, se dio una asamblea departamen­tal de cocaleros, donde sacaron cuatro grandes propuestas que expusieron a una comitiva

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Foto Schneyder Mendoza/afp
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Tibú es el primer municipio de Colombia con más cultivos de uso ilícito. Tiene 22.000 hectáreas sembradas con coca. / Fotos: Schneyder Mendoza /AFP

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