Buscan mejorar imagen con ‘Cúcuta sorprende’
Los sectores, turístico, inmobiliario, hotelero, comercial y cultural tendrán un impulso significativo a partir de hoy con la campaña ‘Cúcuta sorprende’ que pone en marcha la alcaldía.
Se busca mostrar la cara amable y atractiva de la ciudad ante propios y extraños, como una capital capaz de liderar procesos culturales, turísticos y económicos, aprovechando su condición de frontera.
Niños de diversos sectores populares de San Cristóbal que se encuentran en situación de vulnerabilidad académica, psicológica o social, muchos de ellos, infantes que están al cuidado de familiares o terceras personas porque sus padres han emigrado, están siendo atendidos por la Fundación ‘Érase Una Vez’.
Zuleima Zambrano, administradora de la fundación, contó que la organización está funcionando desde el año 2018, y su atención está dirigida a niños con edades comprendidas entre los 3 y 8 años.
Los integrantes de ‘Érase Una Vez’ acuden a las instituciones educativas de los barrios de la capital tachirense, en donde identifican a los infantes con mayores necesidades, practican un diagnóstico a nivel académico, social y económico, a fin de darles el reforzamiento escolar que requieren. Así eligen a 30 niños para participar en el proyecto.
Las voluntarias de la fundación laboran en alianza con instituciones educativas y luego acuden a las viviendas de los niños para determinar su grado de vulnerabilidad.
En las instalaciones de la fundación, los escolares, durante tres meses, participan en actividades extracurriculares, arte, bailotorerapia, cuentos y literaturas, además de clases de música y deportes, que de alguna manera los ayudan a formarse. Los infantes y sus cuidadores son atendidos por psicoterapeutas que brindan charlas.
“También se cubre la parte de nutrición porque el año pasado se evidenciaron casos de niños desnutridos, entonces aquí le damos desayuno, almuerzo y merienda”, relató Zambrano.
Pese a que ‘Érase Una Vez’ contempla muchos beneficios para los niños más vulnerables de San Cristóbal, algunos no han podido ser cumplidos por falta de recursos económicos y donantes; no obstante, tratan de mantener activo el proyecto, puesto que a los infantes hay que incluso dotarlos de útiles y uniformes.
“La idea no es sacar al niño de su realidad cuatro horas y devolverlos, sino que ese niño y sus núcleos familiares cambien”, expuso la administradora de la organización.