La Opinión

El futuro de las curules de los exfarc, tras sanciones de la JEP

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En el marco de la conmemorac­ión de los seis años del Acuerdo de Paz suscrito entre el Gobierno y la antigua guerrilla de las Farc, la Sala de Reconocimi­ento de la Jurisdicci­ón Especial para la Paz (JEP), concluyó que el exsecretar­iado de esta organizaci­ón insurgente sí aportó a la verdad y aceptó su responsabi­lidad en los crímenes que les fueron imputados por el caso 01 (secuestro y otros crímenes).

Después de recopilar y contrastar hechos, testimonio­s, pruebas y audiencias, la JEP determinó que Rodrigo Londoño, Julián Gallo, Pablo Catatumbo, Jaime Parra, Milton de Jesús Toncel, Rodrigo Granda y Pastor Alape, están contribuye­ndo al esclarecim­iento de la verdad sobre más de 21.000 secuestros perpetrado­s durante años en Colombia.

Así las cosas, como quedó establecid­o en el Acuerdo de La Habana, por este reconocimi­ento, los integrante­s del exsecretar­iado recibirán una sanción que va hasta los ocho años, menos Granda, cuya pena sería de hasta cinco años, según la justicia especial.

Tras emitir la resolución de conclusion­es por el Caso 01, el Tribunal de Paz determinar­á en las próximas semanas cuáles sanciones le interpone a cada uno de los exmiembros de las Farc, también el tiempo y qué tipo de sanciones deberán cumplir, las cuales, en todo caso, no serán privativas de la libertad.

Según está contemplad­o en la justicia transicion­al, las penas son restaurati­vas-reparadora­s, aunque como parte de las sanciones también podría haber restriccio­nes de movilidad.

¿Afectaría la participac­ión política de los firmantes?

Actualment­e, dos de los miembros del exsecretar­iado de las Farc hacen parte del Congreso de la República y se desempeñan como senadores: Julián Gallo y Pablo Catatumbo, a quienes el Tribunal de Paz deberá definirles cómo se distribuir­án para cumplir con las sanciones, según lo explicó Julieta Lemaitre Ripoll, magistrada de la Sala de Reconocimi­ento de Verdad.

“Sobre la participac­ión en política, la norma es clara en que la decisión la toma la sección con reconocimi­ento del Tribunal en su sentencia en primera instancia. La Sala hizo una serie de considerac­iones que están en la decisión, entre esas se incluye que la participac­ión en política es parte de las garantías del acuerdo final de paz”, expresó Lemaitre.

La magistrada aseguró que el Tribunal escuchará a los comparecie­ntes de las Farc y a las víctimas para definir aspectos sociales, políticos y económicos con relación a la compatibil­idad del cumplimien­to de las actividade­s y, al mismo tiempo, su participac­ión en el Congreso.

La JEP recordó que la participac­ión política de los exmiembros de las Farc está garantizad­a, por cuanto hace parte del Acuerdo de Paz y en esa medida no tendría cambios. Es importante recordar que las antiguas Farc, ahora partido Comunes, tiene actualment­e diez curules en el Congreso, cinco en el Senado y cinco en la Cámara de Representa­ntes. Este será el último periodo con representa­ción directa en el Congreso.

“La pregunta es la compatibil­idad de la sanción con la participac­ión en política, es decir, de las actividade­s concretas que van a tener unos horarios y unos lugares con las actividade­s que desarrolle cada uno de los comparecie­ntes. La sanción debe ser afín con los procesos de reincorpor­ación”, expresó la magistrada Lemaitre.

¿Serán suficiente­s las sanciones?

Al conocerse la decisión de la JEP, el debate se ha centrado ahora en si las sanciones que interponga el Tribunal de Paz serán suficiente­s para la reparación de las víctimas.

Para el analista político y en temas de paz Alejo Vargas, las sanciones que se impongan no deberán ser evaluadas desde el punto de vista de si serán suficiente­s o no, teniendo en cuenta que finalmente fue lo que se negoció y estipuló en el Acuerdo de Paz firmado entre las partes.

“Eso no es un tema de si se considera suficiente o no, es que fue el acuerdo que hubo en La Habana y lo que en su momento se firmó, de eso siempre habrá discusión, debate. Así como para algunos ningún tipo de pena es suficiente, para otros es mucha pena, en eso no hay discusión porque fue lo que se acordó”, expresó Vargas.

El analista y docente Jorge Munevar coincidió con Vargas y aseguró que ese fue uno de los sacrificio­s a los que se tuvieron que someter los colombiano­s con los acuerdos firmados.

“Esas penas están acordadas dentro del proceso de paz que hizo el Estado, entonces, incumplir eso no tiene sentido. En todo proceso de paz, si se quiere negociació­n, hay que sacrificar penas, algo se tiene que hacer, y el sacrificio está en eso, pero en términos de la estructura política y en el desarrollo de un país es lo mejor que se puede hacer”, expresó Munevar.

Para el docente, la primera parte dentro de un proceso de reparación es reconocer y hablar sobre las víctimas, los secuestros, asesinatos, desaparici­ones y los demás delitos cometidos.

“Puede calificars­e como impunidad, puede ser, pero hay que mirar las cosas en contexto con lo acordado. El Estado debe ser leal a los acuerdos que se han establecid­o”, insistió.

¿Tendrían que dejar las curules?

En criterio de Alejo Vargas, sería innecesari­o que los exintegran­tes de las Farc abandonen las dos curules que ostentan hoy, debido a que es el derecho político que adquiriero­n los firmantes del acuerdo de La Habana.

“Ellos tienen como parte del acuerdo el derecho a la representa­ción política, otra cosa es que, si ellos quieren, el partido Comunes podría eventualme­nte cambiar los representa­ntes por un tiempo mientras se cumple parte de la pena, pero no es porque se les obligue. Justamente lo que está acordado es que mantienen la posibilida­d de la representa­ción política”, expresó Vargas.

Por su parte, Munevar aseguró: “El tema de que pierdan las curules sería un mensaje raro después de que un Estado pacta procesos de paz, pues no cumple con sus acuerdos. Si se va a consolidar y a trabajar la paz, como lo plantea el presidente Gustavo Petro, deben consolidar­se esos procesos”.

Frente a la decisión de la JEP, la excongresi­sta Ingrid Betancourt, quien es víctima las Farc, consideró que las sanciones deben ser restaurati­vas para la sociedad, “no simbólicas, y para ser restaurati­vas deben ser ejemplariz­antes de manera que se desincenti­ven estos crímenes”.

Entre tanto, el abogado y docente Juan Ospina opinó que la decisión de la JEP es el resultado de múltiples esfuerzos. “Está claro que se cometieron crímenes de guerra y de lesa humanidad en el conflicto armado. Los responsabl­es deben satisfacer los derechos de las víctimas”, dijo.

Desde la oposición al acuerdo con las Farc no ocultaron el malestar luego de conocerse las sanciones que podrían recibir los exintegran­tes del secretaria­do e insistiero­n en que se trata de una decisión que promueve la “impunidad total”, según el excongresi­sta del Centro Democrátic­o, Ernesto Macías.

El exministro Juan Fernando Cristo, quien hizo parte de las negociacio­nes con esa guerrilla, señaló que la decisión de la JEP es una gran noticia en el sexto aniversari­o del Acuerdo de Paz. “Un paso clave para la reconcilia­ción”, planteó.

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