Violencia contra las lideresas en el país aumentó un 61%
Aun año de las nuevas elecciones locales y regionales en las que se espera una mayor participación de las mujeres, el fantasma de la violencia sigue apareciendo como uno de los principales obstáculos a los que se enfrentan aquellas candidatas que intentarán llegar a un cargo de representación popular.
Así lo advirtió la Misión de Observación Electoral (MOE) en su más reciente informe ‘Manifestaciones de violencia política contra liderazgos y candidaturas de mujeres en un año de campañas electorales’, en el que se concluyó que el clima en Colombia para el ejercicio de los derechos políticos “es hostil”.
“Si bien la violencia es generalizada para las candidaturas y los liderazgos sociales, en las investigaciones se identifican unas marcas diferenciales que muestran cómo se expresa la violencia de acuerdo al género. En consecuencia, la violencia no afecta de igual manera a poblaciones históricamente subrepresentadas en la política como lo son las mujeres, los grupos étnicos y las víctimas del conflicto armado”, aseguró Patricia Fernández Correa, coordinadora de Calidad de Elecciones de la MOE.
Según los datos consignados por la Misión en su informe, entre el 1 de enero y el 25 de octubre de 2022 se presentaron 90 hechos de violencia contra lideresas, registrándose un incremento del 60,7% frente al 2018, año en que también se celebraron elecciones legislativas y presidenciales.
La agresión más recurrente de la que fueron objeto las mujeres que ejercen algún tipo de liderazgo en su región o en su entorno fue la amenaza, con 62 hechos; hubo también 8 atentados, 4 asesinatos, y 2 secuestros.
El año pasado, la misma Misión de Observación Electoral advertía sobre un crecimiento constante de la violencia contra las mujeres que ejercen el rol de lideresa en Colombia y entregaba las siguientes cifras: 36 hechos de violencia en 2017; 57 en 2018; 101 en 2019; 103 en 2020 y 114 en el 2021.
Teniendo en cuenta que el escenario de violencia persiste y que se acerca una nueva contienda en la que los liderazgos femeninos podrían enfrentar condiciones de riesgo y vulnerabilidad mayores, desde la veeduría electoral instaron al Gobierno y a las autoridades a tomar todas las medidas necesarias que garanticen un ejercicio político de las mujeres libre de violencias.
“La MOE llama a la autoridad electoral, en cabeza del Consejo Nacional Electoral (CNE), a que genere unas rutas más específicas para la atención de la violencia contra la mujer en política, además, hacer más concretas las funciones designadas en el protocolo de prevención y atención a la violencia política contra las mujeres emitido por esta entidad en 2021. Asimismo, recomienda que la normativa tenga en cuenta una aproximación a las desigualdades de género de manera integral y el reconocimiento de las múltiples formas de violencia”, señalaron en un comunicado.
Avanza proyecto en el Congreso
Entre las recomendaciones que planteó la Misión de Observación Electoral para hacerle frente a la violencia contra las mujeres que quieren participar en política, le piden al Congreso de la República aprobar normas orientadas a brindar medidas de prevención, sanción y reparación de las violencias basadas en género en contextos políticos y digitales.
En respuesta a esta solicitud, ayer, la plenaria del Senado aprobó justamente un proyecto de ley que fija una serie de medidas tendientes a prevenir, proteger, reparar y penalizar la violencia de género digital.
“La violencia no hace parte de la política. Sin una política plena y equitativa no puede haber una verdadera democracia, por eso debemos contar con una herramienta que permita que mujeres y hombres podamos hacerle frente a estos actos. No basta con que más mujeres accedan a cargos legislativos, necesitamos que quienes lo hagan puedan ejercerlos sin violencia”, planteó la senadora conservadora Nadia Blel, una de las autoras de la iniciativa.
Blel recordó que la última encuesta sobre violencia política contra la mujer hecha por la MOE, en Colombia, el 83% de las mujeres candidatas a las elecciones legislativas de este 2022 afirmó que había sufrido al menos alguna de las formas de violencia física, psicológica, económica, sexual o simbólica. La manifestación de violencia más común fueron los comentarios agresivos o el acoso digital.
“En Colombia no existen mecanismos idóneos para prevenir y atender las denuncias presentadas por violencia política contra las mujeres”,
María José Pizarro, senadora del Pacto Histórico.