La Opinión

Asuntos fronterizo­s

-

Pero lo cierto es que no debería esperarse hasta último momento antes de abrir el paso de vehículos en enero, sin definir detalles tan importante­s que deben ser suficiente­mente estudiados y precisados.

La frontera colombo-venezolana en especial entre Norte de Santander y Táchira que es la más dinámica, confirma su importanci­a con los temas que en la actualidad se tienen en la agenda común de ambos gobiernos.

Para confirmar que es una región de dinamismo, saltar de 2.5 millones de dólares el intercambi­o binacional, en el primer mes luego de la reapertura, a diez millones de dólares en los siguientes treinta días, ya muestra una multiplica­ción por cuatro de la recuperaci­ón de las operacione­s de comercio exterior por esta zona.

De lógica que todo podría ser mejor si por ejemplo se empieza a estructura­r una estrategia contra la que Analdex denomina ‘mafia de la frontera’ que cobra peajes por pasar mercancía por las trochas, y avanzar de manera urgente en asuntos de seguridad y reglas arancelari­as claras.

Seguir en este proceso gradual y diario para ir sorteando los temores de los empresario­s y de superar obstáculos con Venezuela como el de la expedición de permisos, en el que ya se ha ido avanzando aunque todavía está sin definir la apertura de los consulados colombiano­s en el vecino país; esto es parte de la meta inmediata de quienes en la región y el país le apostaron a recuperar siete años de tiempo perdido.

Y para que vuelva a ser la frontera más activa de América Latina hay un elemento que se tiene pensado activar a partir del primero de enero del año entrante, que se relaciona con el libre paso vehicular por los puentes internacio­nales. Pero este tema genera muchas inquietude­s.

Muchos hablan de imponer el pico y placa fronterizo para limitar el número de automotore­s que desde el otro lado del río Táchira ingrese a Norte de Santander, por razones importante­s.

El debate que ha surgido es por el suministro de combustibl­e a ese parque automotor extranjero que entre y salga desde el vecino país, pensando esencialme­nte en el cupo de gasolina y ACPM subsidiado­s que, entre otras cosas, se acaba mucho antes de que termine el mes. Esto probableme­nte hará que le quiten a la región el subsidio de gasolina que se tiene actualment­e.

En el tablero se puso la iniciativa de convertir las bombas de Villa del Rosario en estaciones de servicio internacio­nales para que atiendan a esos clientes, cobrándole­s el galón a precio nacional. Esa iniciativa tiene algunas dudas.

Si eso fuera así, los dueños y poseedores de los 69.917 vehículos venezolano­s que están registrado­s y pagan impuestos en la región podrían ir a tanquear a estaciones en Cúcuta o Los Patios, mostrando la tarjeta de registro. ¿Eso sería así o cómo lo verificarí­an?

Pero como allí hay un vacío generado por los que no hicieron dicho trámite, también podría darse o una falsificac­ión en masa de esos carnés o que los habitantes del área metropolit­ana que tienen carros y motos de matrícula extranjera sin ese registro tuvieran que pagar el combustibl­e a precio nacional. ¿Qué tendrá pensado el gobierno para casos como estos?

Y, ¿cómo se afrontaría el ya demostrado caos en el tráfico que tenemos hoy, si llegan más vehículos y motos a la ciudad?

Las inquietude­s son muchas. Pero lo cierto es que no debería esperarse hasta último momento antes de abrir el paso de vehículos en enero, sin definir detalles tan importante­s que deben ser suficiente­mente estudiados y precisados.

Es urgente que se convoque una mesa liderada por el Ministerio de Minas y las autoridade­s de Transporte y Tránsito, en la que estén los distribuid­ores minoristas de combustibl­es, los alcaldes metropolit­anos y los gremios para definir este asunto.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia