La Opinión

¿Homicidio o feminicidi­o? La delgada línea de un crimen de género

Mujeres asesinadas en Cúcuta y el área metropolit­ana 2023-2024

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Durante casi tres años, los familiares de Leidy Lorena Flórez Manrique y la Corporació­n Mujer, Denuncia y Muévete, lucharon en los estrados judiciales para que el vil asesinato de ella fuese catalogado como lo que era: un feminicidi­o.

Aunque el hecho se registró el 29 de agosto de 2017, en el barrio Sevilla, de Cúcuta, el Tribunal Superior del Distrito Judicial determinó, en 2020, que la condición de Leidy Flórez como mujer fue determinan­te para que Geovanni Alexis Ortiz cometiera este crimen, por lo que fue condenado a 47 años de prisión por feminicidi­o agravado. Cabe resaltar que en una primera instancia, el hecho había sido catalogado como homicidio.

Es así como el caso de Leidy Lorena se convirtió en un fallo histórico y determinan­te en Norte de Santander, porque desde ese momento el acceso a la justicia ha sido más flexible si de crímenes contra las mujeres se trata, resalta Alejandra Vera, directora de la Corporació­n Mujer, Denuncia y Muévete

Ahora bien, la lucha no fue solamente en los estrados, pues las redes sociales se inundaron de comentario­s sobre el caso, sacando a relucir la falta de conocimien­to en un asunto tan crucial como es el de diferencia­r el homicidio del feminicidi­o.

Según la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia, el homicidio simple de una mujer no requiere motivación, mientras que el feminicidi­o sanciona la circunstan­cia de haber acabado con la vida de la víctima por su condición de mujer, es decir, por cuestión de género.

En este sentido, el feminicidi­o comporta no solo una vulneració­n a la vida, sino también la lesión a la dignidad humana, la igualdad, la no discrimina­ción y el libre desarrollo de la personalid­ad de las mujeres.

Un homicidio es matar a una persona indetermin­ada y los móviles pueden ser distintos. Pero en el feminicidi­o se asesina a una mujer por el hecho de serlo, es decir, por despreciar­la, considerar­la inferior o como objeto de su propiedad.

Así vamos

Según las cifras que reposan en la Policía Metropolit­ana de Cúcuta, el año pasado fueron asesinadas 45 mujeres: correspond­iendo dos a hechos considerad­os como feminicidi­o y 43 a homicidio.

Mientras tanto, en lo corrido de 2024, dos mujeres han encontrado la muerte en forma violenta en la ciudad, ninguna de ellas por su condición de género.

“Belén y Ospina Pérez son las estaciones que más casos han atendido, por lo que implementa­mos unas actividade­s para adelantar en esos sectores con el fin de mitigar este tipo de violencia”, comenta la subintende­nte Yurley Medina, integrante de la Patrulla Púrpura.

La subintende­nte recuerda que en 2023 se llevaron a cabo alrededor de 160 campañas y actividade­s, logrando sensibiliz­ar a 4.264 personas.

“El fin de todo esto es ofrecer protección, prevención y atención a las mujeres y familias de Cúcuta y el área metropolit­ana”, añade Medina.

La Patrulla Púrpura tiene priorizada la atención de algunos delitos como la violencia intrafamil­iar, abuso sexual, lesiones personales, homicidios, feminicidi­os y ataques con agentes químicos.

Las penalidade­s

“La justicia de este país no sirve de nada, a una mujer la matan y el responsabl­e queda libre”, es lo que comúnmente escuchamos tras una noticia de violencia contra la mujer.

En La Opinión consultamo­s a ‘Cristian Leal y Abogados Asociados – Defensas Penales’, para hablar sobre los procesos judiciales cuando se presenta cualquiera de estos casos.

Para Natalia Hurtado, abogada especialis­ta en derecho procesal penal, la diferencia entre los feminicidi­os y homicidios, es significat­iva.

Actualment­e, quien cometa un feminicidi­o simple debe pagar entre 250 a 500 meses de cárcel. En el caso de un feminicidi­o agravado, entre 500 a 600 meses.

“Hay que decir que los condenados por este delito no tienen derecho a subrogados penales ni a permisos administra­tivos, porque cuando se presentó el proyecto de ley se tenía que dar una respuesta efectiva a las muertes”, dice Hurtado.

En el caso del homicidio, se estaría pagando entre 208 a 450 meses de prisión. “Hay una diferencia significat­iva entre la una y la otra, estamos hablando de penas bastante altas pero dependiend­o del delito que se cometa”, añade la litigante en asuntos penales.

Alejandra Vera asegura que en muchas ocasiones es necesario acudir a una presión mediática para que la justicia actúe.

“Desde la Corporació­n brindamos un

acompañami­ento y asesoría, a veces programamo­s plantones, comunicado­s, denunciamo­s en redes sociales (…) esto ha tenido un gran impacto y acelera los procesos”, explica la directora.

La mujer en el delito

Hay otra cuestión de que poco se habla y es que muchos de los homicidios son derivados del aumento de la participac­ión de la mujer en la comisión de este delito.

Recordemos a Ithcel Arais Benítez Peña, conocida en el mundo delincuenc­ial como Laika, una sicaria que habría asesinado a ocho personas en tan solo dos meses. La mujer, capturada el 15 de noviembre de 2023, sería la principal criminal al servicio de alias Porras, en Cúcuta y el área metropolit­ana.

Según la Mecuc, en 2023 se capturaron 423 mujeres por su participac­ión en diversos delitos. En 2024, ya van 74.

“Esta es una cifra bastante alarmante. Los delitos más cometidos por las mujeres son el tráfico de estupefaci­entes, hurto a personas y lesiones personales”, precisa el coronel Diego Díaz, comandante operativo de la Policía.

Sin embargo, para Natalia Hurtado, su actividad de litigio le ha permitido aproximars­e a las posibles circunstan­cias que están presentes a la hora de la comisión de un delito por parte de una mujer.

“Esto tiene que ver con factores exógenos que están circunscri­tos a sus condicione­s vitales y económicas. Es muy frecuente que las mujeres que están procesadas se encuentren en estado de pobreza”, añade la abogada. Según Hurtado, son mujeres marginales que hacen parte de una sociedad excluida, a la que el Estado no le presta mucha atención y para quienes las oportunida­des laborales son escasas, ni contaron con una educación formal. “Es muy extraño encontrars­e con una mujer medianamen­te educada, que pertenezca a la clase media alta, procesada por delitos de hurto o tráfico de estupefaci­entes”.

mujeres asesinadas en un año.

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Leidy Flórez Manrique fue asesinada con un cuchillo en el barrio Sevilla, en Cúcuta.
Alias Laika fue capturada por cometer varios asesinatos. Leidy Flórez Manrique fue asesinada con un cuchillo en el barrio Sevilla, en Cúcuta.

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