La Opinión

Descontrol­ada proliferac­ión de ‘cambuches’

- Redacción María José Salcedo mariajose.salcedo@laopinion.com.co

Vecinos y transeúnte­s de la avenida Los Libertador­es observan con preocupaci­ón cómo día a día la proliferac­ión de ‘cambuches’ a las orillas del Río Pamplonita crece de manera descontrol­ada, y con ello la percepción de insegurida­d a lo largo de este afluente que bordea la ciudad y que pasa por uno de sus principale­s atractivos turísticos: la zona de El Malecón.

Y es que a la par del crecimient­o desbordado de estas estructura­s lo hacen sus ocupantes, habitantes de calle, muchos de ellos migrantes venezolano­s.

Autoridade­s municipale­s estiman que en el lugar pueden haber unos 100 ‘cambuches’ –según el último registro- calculando que por cada uno hayan entre tres y cuatro personas, entonces se estaría hablando de entre 300 y 400 personas que deambulan constantem­ente por los barrios vecinos, reciclando o pidiendo dinero, algunos, y otros delinquien­do.

Eduardo Quintero, miembro de Corpomalec­on y presidente de Asobares, tiene más de 25 años en la zona, no solo como comerciant­e sino como residente, aseguró que el deterioro del ambiente en este sector dela ciudad viene desde hace aproximada­mente seis años, cuando desalojaro­n un grupo de personas que vivía debajo del puente San Luis, y estas buscaron reubicarse en áreas no muy alejados de donde habitualme­nte estaban.

¿La razón? Quintero considera que todo tiene que ver con el negocio del microtráfi­co, “pues no hay otra explicació­n para una vez desalojado­s, no pasen ni 24 horas y vuelven a estar instalados en sus carpas y a veces hasta en mejores condicione­s y con materiales más firmes. Eso son ollas”, dice.

Lamenta que las autoridade­s municipale­s no hayan podido hacer nada para recuperar el orden en el

lugar, sobre todo cuando esta es una de las banderas del alcalde Jorge Acevedo y su política de seguridad, situación que genera un impacto negativo, tanto a los vecinos, de Los Caobos, La Riviera y Colsag, y a los comercios, que en la Semana Santa registraro­n pérdidas, ante la baja afluencia de visitantes a los establecim­ientos del Malecón.

“Muchos comerciant­es se quedaron con el inventario adquirido para la época y con el personal extra contratado, porque nadie fue”, sostuvo Quintero.

Un CAI lo cambiaría todo

Para el representa­nte de Asobares, la presencia de un Centro de Atención Inmediata –CAI- de la Policía lo cambiaría todo y es lo que como comunidad vienen pidiendo desde hace por lo menos cuatro años. “En ese entonces, durante la gestión de Jairo Yáñez, pasamos la solicitud formal, con todos los requerimie­ntos que nos pedían, y se nos aceptó la petición, pero

luego hubo un cambio de mando en la comandanci­a de la Policía Metropolit­ana y por alguna razón se llevaron el CAI a otro lugar de la ciudad”, contó Quintero. Explica que solo la zona del Malecón tiene una extensión de 3.5 kilómetros, de ahí la dificultad de mantener un control de seguridad, “los CAI son fundamenta­les para controlar la situación y erradicar esos focos que generan insegurida­d”, sostuvo.

Como vecino y comerciant­e de este sector, Eduardo Quintero espera una intervenci­ón oportuna y diligente de las autoridade­s municipale­s, especialme­nte luego de que en la última administra­ción se empeoraran las cosas para El Malecón, cuando fue declarada zona de alta complejida­d.

La Opinión conoció que la Alcaldía tiene listo un plan de erradicaci­ón de los cambuches y que es cuestión de unos cuantos días ponerlo en marcha para devolver la tranquilid­ad a los vecinos de El Malecón.

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Foto: Jorge Gutiérrez. Vecinos y transeúnte­s observan con preocupaci­ón el aumento del número de ‘cambuches’ a los costados del Río Pamplonita./

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