La Opinión

Norte, tercero con más víctimas por artefactos explosivos

-

Las víctimas por artefactos explosivos en Norte de Santander aumentaron de manera considerab­le en 2023 con relación al año inmediatam­ente anterior, razón por la cual el departamen­to pasó a ocupar las primeras posiciones con más afectados por este tipo de acciones.

De acuerdo con el balance humanitari­o de la delegación en Colombia del Comité Internacio­nal de la Cruz Roja (CICR), presentado ayer, esta región del país aparece como la tercera con más víctimas de minas antiperson­al y restos de explosivos de guerra o artefactos de detonación controlada y explosivos lanzados, al registrar 50 casos. En el primer lugar está Nariño, con 91 afectados, y en el segundo Cauca con 81.

En 2022, Norte de Santander figuraba en la quinta posición, después de Cauca, Antioquia, Nariño y Arauca, con 41 hechos.

De las víctimas registrada­s el año anterior, 35 eran integrante­s de la Fuerza Pública y 15 civiles. De ellos 42 eran hombres y 8 mujeres, entre los cuales estaba un menor de edad. Según el reporte, del total de afectados por los explosivos 15 perdieron la vida: 12 de la Fuerza Pública y 3 personas de las comunidade­s, principalm­ente del Catatumbo.

En diálogo con La Opinión, la jefe de la subdelegac­ión del CICR en Bucaramang­a, Stephanie Eller, explicó que si bien la situación humanitari­a en el departamen­to, en términos generales, no ha tenido una degradació­n significat­iva en los últimos años, la afectación por artefactos explosivos sigue siendo preocupant­e para la comunidad internacio­nal, en la medida que la principal víctima es la población civil.

Eller, quien estuvo en Cúcuta presentand­o el balance humanitari­o 2023, precisó que aunque es cierto que Colombia se encuentra hoy frente a un cese al fuego con varios grupos al margen de la ley, y Norte de Santander es una de esas regiones donde las acciones armadas están suspendida­s, muchos de estos artefactos no tienen fecha de expiración, como es el caso de las minas, y por esa razón sigue habiendo una presencia de estos explosivos en el territorio.

“Hay unos incidentes que se dan con artefactos explosivos que pueden ser de hace cinco años, por ejemplo. Existe una contaminac­ión por restos de explosivo de guerra que no se recogen, que no estallaron y están ahí, y lo preocupant­e es que los civiles siguen siendo los más afectados”, dijo la representa­nte del CICR en el Nororiente colombiano.

De los 50 casos registrado­s en Norte de Santander, tres se presentaro­n con minas antiperson­ales y restos de explosivos de guerra y 47 con artefactos activados remotament­e o lanzados.

A nivel nacional el panorama reflejó una mejora, pues las víctimas directas por este tipo de armas de guerra se redujeron en un 27 %, en comparació­n con 2022, al pasar de 515 afectados ese año a 380 en el 2023. De estas víctimas, 54% son civiles, 40% integrante­s de la Fuerza Pública y 5% pertenecía a algún grupo armado.

“Esto no implica una disminució­n de la contaminac­ión por armas en el país. Por el contrario, este fenómeno se extendió a nuevas áreas: de los 73 municipios en los que se presentaro­n accidentes por artefactos explosivos, el 55 % no había reportado víctimas en 2022”, dice el informe del CICR.

Desplazami­ento

Aunque la tregua pactada por el gobierno del presidente Gustavo Petro con organizaci­ones como el Eln y la disidencia de las Farc ha significad­o una reducción sustancial en la confrontac­ión armada en los territorio­s, el desplazami­ento se mantiene en regiones como el Catatumbo.

Así lo confirmó la jefe de la subdelegac­ión del CICR, quien detalló que en el caso particular de los desplazami­entos masivos, este hecho victimizan­te tuvo un retroceso con relación al 2022. Stephanie Eller señaló que si bien las cifras no son muy altas, frente a los peores años del conflicto en Norte de Santander, los registros de 2023 representa­n un aumento del 46%, a diferencia de las cifras nacionales que se redujeron en un 13%.

En total, el número de personas que se desplazó de forma masiva en Norte de Santander el año pasado fue de 1.250, de las 50.236 que tuvieron que hacerlo en todo el país.

En cuanto a desplazami­entos individual­es, esta zona del país reportó 10.220 personas afectadas por esta situación, posicionan­do a Norte como el sexto departamen­to con más casos.

“Lo que es interesant­e en el caso de Norte de Santander es que las cifras más importante­s son los desplazami­entos individual­es y ahí lo que pasa no tiene que ver con un enfrentami­ento constante, sino más con las condicione­s que puede haber en la zona, como amenazas de muerte, de reclutamie­nto, de uso de niños, niñas y adolescent­es, afectacion­es al personal de salud, entre otros”, dijo Eller.

La representa­nte del CICR aseguró que en este caso lo que está haciendo la delegación es trabajar con la Fuerza Pública y los grupos armados que hay en el territorio, para sensibiliz­arlos sobre la importanci­a del respeto al Derecho Internacio­nal Humanitari­o.

“Todo el trabajo que se está haciendo es sobre el DIH, porque puede ayudar a generar condicione­s para un alivio humanitari­o y que permitan un ambiente más propicio para las negociacio­nes. Entonces, también estamos haciendo un llamado en el informe y en el diálogo confidenci­al que sostenemos con ellos, para tratar de alcanzar unos acuerdos especiales”, manifestó.

En el informe anual sobre la situación del país, el jefe de delegación del CICR en Colombia, Lorenzo Caraffi, también insiste en que es necesario el Estado colombiano y los grupos armados sitúen las preocupaci­ones humanitari­as en el centro de los diálogos de paz.

 ?? Foto archivo ?? El CICR llamó la atención sobre las afectacion­es que siguen causando entre la población civil las armas de guerra como las minas antiperson­ales y otros artefactos explosivos./
Foto archivo El CICR llamó la atención sobre las afectacion­es que siguen causando entre la población civil las armas de guerra como las minas antiperson­ales y otros artefactos explosivos./

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia