Jorge Balcacer inició diseño vistiendo las muñecas de sus primas
Al Jorge Balcacer siempre le atrajo el mundo de la moda. Las telas, los colores, las texturas, los cortes, las modelos, daban vueltas en su cabeza mientras terminaba bachillerato en el colegio Sagrado Corazón Bethlemitas de Gramalote.
Y a escondidas, en su casa de Los Patios, buscaba las muñecas de sus primas y las vestía. Recreaba desfiles de alta costura, con telas vaporosas, algunos y otros ceñidos al cuerpo.
Se desvivía por el diseño de modas, mundo que su familia no veía con buenos ojos. Sin embargo, su abuela paterna, Olga María Jaimes Koop, acolitaba ‘sus locuras’ y lo dejaba coger las tijeras, las agujas, los hilos, los retazos de telas y hasta las muñecas de sus primas para que creara diseños.
Así, “de manera inconsciente, desde pequeño, inicié en el mundo de la moda”.
Durante su adolescencia, recuerda que “quería llamar la atención, de ser alguien diferente y empecé a modificar los uniformes del colegio y la ropa que adquiría”.
En el octavo semestre de Licenciatura en Artes, con 23 años cumplidos, recibió la grata de noticia de parte de su madre: que existía la carrera de Diseñador y Administrador de Negocios de la Moda en la Universidad Fesc. Y sin pensarlo se matriculó.
“Fue maravilloso esa decisión, de pasarme para diseño de moda. Sentí esa conexión inexplicable, intuía que estaba en el lugar correcto.y por tanto dejé de asistir a Licenciatura en Arte, que estaba a punto de finalizar”.
Han pasado seis años, dando puntadas, sin dedal, buscando reconocimiento entre la audiencia. Poco a poco ha ido conquistando con sus diseños que los cataloga como clásicos vanguardista “porque me gusta seguir las tendencias de moda, pero haciendo énfasis en lo clásico”.
Ha vestido a quinceañeras, a candidatas, a personal de la farándula criolla, y el año pasado fue invitado al desfile Pasarela Cúcuta, donde se unió a una causa social, vistiendo de princesas a las niñas de la fundación Arduvi, colección que bautizó ‘Legado de sueño’. “Allí se reunieron todos esos sueños de esas hermosas personas que aún no son muy visibles, pero gracias al trabajo de la fundación, a Leidy Duque, desfilaron en la pasarela”. Ese desfile marcó su carrera y se dio a conocer. Balcacer ama todos los procesos artesanales y manuales. Siente “placer de rescatar esas técnicas antiguas y retomarlas; me gustan los trajes de gala, pero aprendí que debo estar en creaciones de prendas desde lo casual hasta la gala, pero sin perder esa identidad en el proceso”.
Su otro gran sueño es “hacer que su firma contribuya al medio ambiente y al cumplimiento de sueños a través de procesos de la moda que sirva y aporte algo para esa persona y eso mismo hará que cambie un poco el mundo”.
A sus 34 años cumplidos dice que en su cabeza ronda conocimiento, ideas, información, formas, técnicas, que le facilitan el proceso de diseñar”. Está convencido que “en alguna otra vida fui diseñador”.
Jorge Balcacer cree en la fantasía, y aún “conserva la esperanza de ayudar de alguna manera a las personas cumpliendo esas metas,esos sueños. Mi objetivo es dejar un legado en el mundo”.
El joven diseñador se describe como un hombre sencillo y moderno. “Así tal cual en mis diseños minimalistas, clásicos, pero con toques a lo que está en tendencia. Más enfocado a las siluetas que ajusten la cintura como la moda victoriana. soy amante de los corsé, pero me gusta siempre escuchar lo que quiere el cliente y llegar a una propuesta satisfactoria para las dos partes”.