Nixon Rodríguez, del BMX a la acrobacia en un circo en Malasia
De los montículos de El Malecón, a las ‘Torres Petronas’
El deporte para muchas personas se convierte en una disciplina o una actividad para salir adelante y representar a su ciudad o al país.
Nixon Rodríguez, bicicrosista cucuteño de Freestyle, ha hecho de esta modalidad un arte que lo ha llevado a trascender fronteras y ser su trabajo de profesión.
A los 13 años comenzó a entrenar en los montículos de tierra ubicados cerca al patinadero Enrique Lara Hernández, en El Malecón, donde suele reunirse un buen número de bicicrosistas con el sueño de ser grandes deportistas.
Pero ese gusto por la adrenalina, el vértigo y las alturas, llevaron a Nixon a competir a nivel nacional y hacer presentaciones en diversas zonas del país.
En una de esas tantas salidas y búsqueda de aventuras, el deportista de 28 años se enroló en un circo, en 2021; se trata del Creat Britihs Circus de Malasia el que durante dos años le fue bien y ahora se alista para la gira por Turquía.
Al ver la falta de apoyo para los deportistas del BMX Freestyle en el departamento por parte de los entes deportivos y de la Liga de Ciclismo, de la que se sienten olvidados según él, muchos tienen que buscar recursos propios para ir a competir. Por ello, Nixon le dio un giro a su actividad deportiva y encontró en el circo un estilo de vida.
“Esto surgió de varias llamadas de empresarios nacionales que me invitaron a trabajar haciendo actos de BMX Freestyle y en el ‘globo de la muerte’, acrobacia en moto y cuando me ofrecieron ir a Kuala Lumpur les contesté que sí estaba disponible y me enviaron todo para viajar, ha sido una experiencia increíble”, subraya.
Recuerda que “cuando se presentó la oportunidad yo estaba en Santa Marta trabajando en el American Circus empresa que ha venido a Cúcuta. Entonces me escribieron de Creat Britihs Circus Malasya, que si quería ir a trabajar allá, que si tenía disponibilidad y les conteste que sí. Me enviaron el contrato, luego envié los documentos, me mandaron los tiquetes y me dijeron tal día lo esperamos, y me fui”, dice Nixon.
Tuvo dudas
No obstante, Rodríguez, un osado ciclista que no le teme al peligro, arriesgado, con temple de acero, admite que por un instante dudó, pero pudieron más las ganas que el miedo para seguir con su odisea.
“Claro, a uno le da como cosa, sin saber que le puede esperar. He salido a eventos internacionales a hacer presentaciones de Feestyle, más no a trabajar en circo, pero pensé, vamos a ver cómo nos va. Eso sí, me asesoré bien primero, consulté con personas que trabajan el medio y así supe que era una empresa seria, responsable, en que lo tratan bien a uno, como un artista, llegué allá y me fue muy bien”, cuenta el cucuteño.
Si el ser colombiano le trajo algún inconveniente indicó que por fortuna no se sintió estigmatizado en ningún momento.
“Quizás lo único que se le dificulta a un poco a uno es la barrera del idioma, pero de a poco uno va entendiendo y prendiendo y después todo se hace más sencillo”, asevera el corredor.
Nixon sostiene que una vez instalado en Kuala Lumpur el trabajo no era solo ir y saltar o dar giros sobre una rampa y recibir aplausos, sino colaborar y armar las estructuras para los espectáculos.
“Cuando llegamos allá (donde ruede el circo), las rampas hay que construirlas y lo primero que se arma es el globo (de las motocicletas) y cuando todo está listo viene la función; la gente salía contenta porque no había visto un espectáculo de BMX Freestyle con un nivel superalto en Malasia”, acota el nortesantandereano que se siente feliz con su trabajo.
Riesgo y adrenalina
Una cosa es volar por los aires y hacer acrobacias con la bicicleta, mostrando la destreza, habilidad y agilidad, y otra manejar moto dentro de un globo junto a otros dos, tres o cuatro corredores, en el que se necesita mucha precisión y concentración para mantener la sincronía de los movimientos.
“Es obvio que trabajamos con máquinas que en cualquier momento pueden tener fallas como un pinchazo, que se suelte la cadena o se apague la moto, pero para eso tenemos una preparación y coordinación de movimientos y para que no ocurra algún accidente que nos afecte el trabajo”, dice el bicicrosista.
De accidentes que haya tenido durante la gira por toda Malasia comenta que afortunadamente no sufrido ninguno.
Nixon anota que el trabajo es arduo dentro del circo, todos los días, hay que preparar diferentes actos para dos funciones diarias que deben presentar.
“Son muchos números y hay que hacer un programa, todos son profesionales y cada uno organiza su show. Por ejemplo, los que estamos en globo nos organizamos, coordinamos y actuamos”.
Este cucuteño de ‘sangre fría’ manifiesta vivir al máximo cada momento en esta profesión o arte que le ha brindado buen beneficio personal.
“Es como todo trabajo, se tiene su sueldo, es mi estilo de vida, me gusta, lo disfruto. Disfruto cada momento, cada segundo, es mi estilo de vida, la felicidad es ver a la gente contenta por lo que uno hace. Para mí es un orgullo, como cucuteño, y colombiano porque me hace sentir completo y eso indica que estoy haciendo bien mi trabajo. La paga es buena (por la temporada)”.
De Kuala Lumpur afirma que “las torres Petronas son espectaculares, la cultura de la gente, todo es muy bonito, se puede salir tranquilo, sin riesgo de que la vaya a pasar algo, las normas las hacen respetar, es un país muy bonito”.