Norte de Santander no escapa a riesgos por crisis eléctrica
El retraso de la llegada de las lluvias tiene contra las cuerdas al sistema eléctrico nacional. Los embalses han alcanzado niveles mínimos, por debajo del 30%, según declaró a los medios nacionales Alejandro Castañeda, presidente de la Asociación de Empresas Generadoras de Energía en Colombia, Acolgen.
“Estamos en una situación crítica. Acá lo único que hemos hecho es medio aguantar”, dijo el directivo de Acolgen, ente que agrupa a las 16 empresas que representan el 85% de la capacidad instalada en el país.
Este panorama revive el viejo fantasma del racionamiento eléctrico de 1992, cuando el agresivo fenómeno de El Niño de la época mermó los embalses a menos del 30% y obligó al Gobierno Nacional de la época a implementar un esquema de racionamiento de cuatro horas diarias, que se redujo luego a dos por 11 meses, y modificó incluso la hora, al adelantar 60 minutos el reloj –la hora Gaviria- para aprovechar el trabajo diurno y ahorrar energía en horas nocturnas.
La ministra de Ambiente, Susana Muhamad, dijo que se están agotando todas las opciones para evitar entrar en un régimen de cortes programados. En este sentido indicó que “todo el sistema energético está a tope”, incluso las centrales térmicas, que han sido encendidas para compensar las deficiencias de las hídricas, lo mismo que los parques solares, con aportes muy bajos todavía, pero que se buscan incrementar.
Frente a este contexto, La Opinión consultó a José Miguel González, gerente de Centrales Eléctricas de Norte de Santander, CENS-EPM, para conocer cuál sería el impacto de la crisis en el departamento y si estaría entre las regiones más afectadas.
“Al pertenecer a un sistema interconectado, cualquier decisión de razonamiento nos va a afectar”, dijo González, aunque advirtió que no sólo Norte de Santander se vería afectado, sino todos aquellos conectados a dicho sistema, con excepción de las entidades que están en la Oceanía y Amazonía, “que tienen unos sistemas propios, pero el resto del país va a estar sujeto a lo que pase en todo el país”, añadió.
Llamado al consumo eficiente
Se espera que las lluvias lleguen en forma en el mes de mayo, mientras tanto el llamado es al consumo eficiente.
“Es clave el ahorro energético. Todo kilovatio suma y ayuda en este momento de bajo nivel de los embalses, no solo para que el riesgo de ese posible razonamiento baje, sino también inclusive para las finanzas de las personas”, dijo el gerente de la empresa eléctrica departamental, en referencia a la reducción de los costos en la factura.
Por otra parte, se refirió a las generadoras térmicas que existen en Norte de Santander, las cuales tienen la capacidad de generación cerca de poco más de 300 megavatios, además de dos parques de generación solar, en Ábrego y San Cayetano, de 9 y 4 Megavatios, “aportes que son aún muy marginales”, dijo González.
A nivel nacional, la demanda de energía es de aproximadamente 220 giga vatios, según precisó el gerente de Centrales Eléctricas, y el aporte de los parques solares es de 11GW, que representa el 5% de la generación requerida, “es una proporción muy baja, que ayuda, pero no mitiga la dependencia de la energía hídrica y térmica”, añadió.
Medidas preventivas
Las medidas preventivas adoptadas por el ejecutivo nacional contemplan la reducción de venta de energía eléctrica a Ecuador, hasta el encendido a full de las centrales térmicas.
El Ministerio de Minas y Energía expidió la Resolución 40116 de 2024, “por la cual se adoptan medidas transitorias para el abastecimiento de la demanda”, la cual en su artículo 1 establece la cantidad de energía de referencia para la generación mínima del parque de generación termoeléctrico, luego que durante los últimos días se presentaran aportes deficitarios, con un promedio de 93 Gwh-día que corresponden al 42 % de la media histórica de abril.