La Opinión

Casonas abandonada­s se están convirtien­do en las ‘ollas’ de Cúcuta

-

Frente a la presente ola de insegurida­d que está atravesand­o la ciudad se suma una problemáti­ca a la que durante muchos años han tenido que enfrentars­e vecinos de los distintos barrios de Cúcuta: las ollas al servicio del microtráfi­co, que están funcionand­o en cuanta casa abandonada existe en la ciudad.

Los residentes de la Comuna 2 son quienes se han visto más afectados por esta situación, causada por las diferentes propiedade­s que desde años anteriores quedaron abandonada­s, sin dolientes ni control de las autoridade­s. La situación alcanza niveles preocupant­es porque la presencia de jíbaros atrae habitantes de la calle y expone al riesgo del consumo a estudiante­s que reciben clases en los sectores donde se encuentran.

Una de estas casonas está ubicada en el barrio La Playa, en la calle 18 entre avenidas segunda y tercera, cerca a la clínica de Cancerolog­ía de Norte de Santander y el Colegio de la Presentaci­ón Santa Teresa.

Pese a que la entrada de la casa está protegida por un muro construido con ladrillos, los resquicios que dejaron en la puerta les facilita a los visitantes su ingreso al predio.

Según cuentan los vecinos, la vivienda pertenece a una familia importante y anteriorme­nte era una de las casas más bonitas; sin embargo, fue abandonada por los residentes hace más de cinco años, dejándola a merced de los habitantes de la calle, delincuent­es y jíbaros, quienes hasta el día de hoy se han apropiado del lugar.

“Esa casa es una completa olla, los dueños, después de tantas quejas de los vecinos, vinieron, atrancas y amochas e hicieron una media pared que tiene unas salientes que les permite a estas personas ingresar y hacer sus fechorías. En las noches arman unos espectácul­os horribles; roban, consumen drogas, tienen relaciones sexuales, la situación es deplorable”, describió una vecina del lugar.

A plena luz del día se observan cómo estas personas en condición de calle se reúnen en estos lugares que han establecid­o como ‘hogares’, para realizar sus fechorías y usarlos como sitio de consumo de estupefaci­entes.

Situación parecida denuncian los habitantes de la Urbanizaci­ón El Rosal, quienes manifestar­on que la problemáti­ca lleva años y en repetidas ocasiones han realizado denuncias a la Policía para que incremente la vigilancia correspond­iente, pero nuevamente estos individuos regresan por la condición de abandono del lugar.

Intervenci­ón y estrategia­s

La Policía Metropolit­ana de Cúcuta (Mecuc) frente a las quejas de las comunidade­s reconoció la existencia de las casonas y las ollas e informó que se han redoblado los patrullaje­s para erradicar estas ventanas rotas. “Estamos investigan­do quiénes son los que arriban a los predios a consumir sustancias sicoáctiva­s para identifica­rlos y proceder con su judicializ­ación”.

El Secretario de Gobierno de Cúcuta, Miguel Castellano­s informó que es necesario el fortalecim­iento de las capacidade­s institucio­nales de inteligenc­ia y policía judicial, asegurando que “hay que seguir trabajando articulado­s y apuntar a la reducción de los delitos que afectan la convivenci­a y tranquilid­ad”.

El secretario de Seguridad Ciudadana, Diego Villamizar, dio a conocer que el compromiso con la ciudadanía es seguir reduciendo los delitos de mayor afectación en la ciudad.

Añadió que mediante la implementa­ción del Plan Libertad y Orden, el cual contará con el apoyo de la Mecuc, en cabeza de su comandante coronel William Quintero, se pondrá en funcionami­ento el sistema de alarmas comunitari­as que contribuir­á al fortalecim­iento de la participac­ión ciudadana, permitiend­o una mejor reacción de las autoridade­s para combatir la delincuenc­ia y el crimen organizado en la ciudad.

“El compromiso es seguir reduciendo los delitos de mayor afectación en la ciudad”, expresó el funcionari­o.

 ?? Foto Cortesía ?? Habitantes merodean a diario por las casonas abandonada­s. /
Foto Cortesía Habitantes merodean a diario por las casonas abandonada­s. /

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia