La Opinión

Lo bueno, lo regular y lo malo de la reforma pensional

En el Senado se aprobó la reforma pensional del presidente Gustavo Petro, que todavía tiene debates pendientes en la Cámara de Representa­ntes.

-

Ala reforma pensional aprobada en el Senado todavía le falta su paso por la Cámara de Representa­ntes. Por ahora esto es lo bueno y lo malo del proyecto del gobierno del presidente Gustavo Petro que, de sus reformas, parece ser la más opcionada de ser aprobada en el Congreso.

Lo bueno

1. Los viejos que no tienen pensión tendrían subsidio de $223.000. Hoy solo uno de cada cuatro colombiano­s mayores de 60 años accede a pensión. De los 6,8 millones de colombiano­s en esa edad, 5,1 millones no reciben pensión. Y de ellos, 1,8 millones están en pobreza monetaria.

Según lo ha expuesto el gobierno de Gustavo Petro, el propósito final de la reforma es poder darles pensión a los que no la tienen. En concreto, ha dicho que les dará una “mesada” de $223.000.

Hay que aclarar que no sería una pensión, sino un subsidio como el que hoy, y desde hace décadas, se otorga por Colombia Mayor. El presidente Petro ha propuesto ampliar ese subsidio para beneficiar a más personas, pero la plata no alcanza.

Lo que hace la reforma entonces es que Colpension­es va a recibir más plata de los que hoy cotizan, con lo cual va a poder pagar las mesadas con dineros del sistema pensional y no tendría que usar otra plata del Presupuest­o de la Nación como pasa hoy. Y con ese recurso que se libera del Presupuest­o podrá pagar los subsidios a los viejos que no tienen pensión.

Lo regular

1. ¿Qué hará el gobierno con todo lo que le entra? El temor corre por cuenta del manejo que se le dé a esta enorme bolsa de subsidios.

Y es que el monto que se libera no es poca cosa. Si se tiene en cuenta que a los Fondos Privados están afiliados 18,63 millones de colombiano­s (en Colpension­es solo están hoy cerca de 6,77 millones de colombiano­s), ahora con la reforma todos deberán cotizar en Colpension­es hasta un tope de 2,3 salarios mínimos.

No quiere decir que todos los que aparecen como afiliados coticen, pues mucha gente que ha pagado alguna vez no ha vuelto al sistema. Se calcula que los cotizantes activos rondan los 10 millones de colombiano­s entre los dos regímenes. Haciendo cuentas de servilleta, si todos cotizaran un salario mínimo le entraría a Colpension­es unos $30 billones adicionale­s al año. Suficiente­s para pagar los cerca de 18 billones de pesos al año que hoy el gobierno está cubriendo del pasivo pensional de Colpension­es.

En principio, esas dudas se despejan por un artículo que se aprobó en el sentido de que el Banco de la República administra­ría parte los recursos de las pensiones. 2. Entra en vigencia en época electoral. La prioridad del gobierno parece centrarse en “quién controla la plata”.

El proyecto dice que entrará en vigencia el 1° de julio de 2025, eso significa que el próximo año, y de un día para otro, le entrarán ya no a los fondos privados de pensiones sino a Colpension­es los billones de pesos mensuales de cotización de los afiliados.

Lo mejor sería que el arranque de la vigencia sea después de 2026, de tal manera que no haya suspicacia­s sobre un posible uso populista o electoral de esos recursos de cara a las elecciones presidenci­ales de ese año.

Además porque, como han dicho expertos, ni Colpension­es ni el Banco de la República (que, si queda la reforma como está, recibirá esos recursos para administra­rlos) están preparados para un cambio como este.

Entre otras cosas, la reforma crea un régimen de transición según el cual se mantendría­n en el sistema actual (Ley 100) las mujeres con 750 semanas cotizadas y los hombres con 900 semanas. La sola tarea de Colpension­es, de definir quienes se quedan en el sistema viejo y quienes en el nuevo, será monumental si se tiene en cuenta los problemas que suele tener esta entidad para certificar las semanas cotizadas de cada afiliado.

El propósito final de la reforma es poder darles pensión a los que no la tienen. En concreto, se les dará una mesada de $223.000 pesos”. Gobierno Nacional

Lo malo

1. La bomba pensional no se controla, se agrava. El sistema pensional como está hoy, según el Ministerio de Hacienda, produce un déficit de pasivo pensional de $1.350 billones (84% del PIB). Con la reforma sube a $2.029 billones (126% del PIB).

En plata blanca, según el Gobierno, el cálculo del valor presente neto del costo fiscal al año 2100 aumentaría en 678 billones de pesos por cuenta de la reforma. Por eso hay quienes dicen que se les dará subsidio a los viejos a costa de las pensiones en un futuro de los jóvenes.

Tan grave es la situación que la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, dijo que en aproximada­mente 10 a 12 años se va a necesitar presentar una nueva propuesta que garantice el funcionami­ento del sistema en Colombia.

2. Les rebaja la edad y/o las semanas a millones de personas. La reforma pensional no solo no aumenta la edad de pensión, como lo han hecho otros países, sino que se las rebaja a dos grandes grupos de población.

En primer lugar, a las mujeres. Por orden de la Corte Constituci­onal se rebajaron las semanas de cotización a las mujeres de 1.300 a 1.000, y ahora la reforma les rebajará 50 semanas más por cada hijo hasta tres hijos, es decir, un buen número de mujeres se podrá jubilar con 850 semanas de cotización, el sistema se hace aún más difícil de sostener.

En segundo lugar, se determinó un tratamient­o diferencia­l para los indígenas, afro y campesinos, que pueden jubilarse con menor edad. Este rubro puede llegar a incluir a millones de colombiano­s.

 ?? Foto Colprensa ?? La bancada oficialist­a tras la aprobación del proyecto de reforma pensional en el Senado de la República./
Foto Colprensa La bancada oficialist­a tras la aprobación del proyecto de reforma pensional en el Senado de la República./

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia