La enigmática muerte Anzoátegui
En Pamplona, la hidalga y antañona villa de estirpe castellana, en forma sorpresiva e inesperada falleció el 15 de noviembre de 1819 el general venezolano José Antonio Anzoátegui Hernández, la gura más destacada de la Campaña Libertadora de 1819, después de Bolívar y de Santander. Al momento de morir era Comandante del Ejército del Norte, gobernaba las provincias de Tunja, El Socorro y Pamplona -recién liberadas por la victoria de Boyacá- y acababa de recibir instrucciones del Libertador para emprender la reconquista libertadora de Venezuela. Tenía 30 años y gran prestigio militar debido a su valor e intrepidez en 20 campañas y 37 acciones de guerra. Y era, además, el o cial más querido por las tropas y preferido por Bolívar.
José Antonio Anzoátegui y Hernández (Barcelona, Estado Anzoátegui, Venezuela, 14 de noviembre de 1789 Pamplona, Colombia, 15 de noviembre de 1819) fue uno de los más importantes oficiales del Ejército neogranadino en la Guerra de Independencia y Jefe de la Guardia de Honor de Simón Bolívar. Militar y político, combatió junto a Simón Bolívar y José Antonio Páez.
Se incorporó a la lucha por la independencia en 1810. Formó parte de la Campaña de Guayana, al mando del general Francisco González Moreno. En 1813 fue nombrado capitán, y participó en las batalles de Araure (1813) y en la primera de Carabobo (1814). En 1816 fue ascendido a teniente coronel y Bolívar lo nombró jefe de su Guardia de Honor.
Al año siguiente, bajo las órdenes del general Manuel Carlos Piar, actuó valerosamente en la batalla de San Félix (11 de abril de 1817), lo que le hizo merecedor del ascenso a General de Brigada. Tras su brillante participación en la Batalla de Boyacá (7 de agosto de 1819), obtuvo el grado de general de división. Culminaba así, con sólo treinta años, una brillantísima trayectoria como soldado y estratega, acciones heroicas como su actuación en Boyacá, donde, siguiendo órdenes de Bolívar, se lanzó con arrojo contra el grueso de las tropas realistas.
Bolívar le encomendó el Ejército del Norte, el cual debía tomar Maracaibo, pero Anzoátegui enfermó y murió el 15 de noviembre de 1819, antes de que la misión partiera, en extrañas circunstancias. El Libertador a rmó que hubiera preferido perder dos batallones antes que un hombre de su talla. El estado costero venezolano en que nació, capital Barcelona, lo honra con su nombre.
¿DE QUÉ MURIÓ ANZOÁTEGUI?
Armando Gómez Latorre dice que “Es y ha sido un enigma histórico, de difícil respuesta. Las conjeturas, suposiciones y lucubraciones abundan y se contradicen. Y el enigma se agudiza porque no existe, como debiera existir, el boletín médico del facultativo que lo atendió: el doctor Tomás Foley, de la Legión Británica.
Una ebre pútrida o perniciosa, un ataque de apoplejía -lo más probable-, una afección moral, de tifo asiático o cólera morbo y de una enfermedad misteriosa y desconocida, son versiones que carecen de asidero cientí co. Cualquier diagnóstico es difícil debido a la absoluta postración y estado de inconsciencia en que permaneció el prócer: desde la una de la tarde del 14 de noviembre hasta las diez de la noche del día siguiente, cuando falleció. Fue muy difícil, por tanto, establecer las causas y síntomas que le ocasionaron la muerte.
No faltan la tradición pueblerina y la leyenda. Referían los juglares y veteranos pamploneses, con sorna y cierta picardía, que el gallardo general había muerto de un colapso amoroso por emocionado reencuentro -después de suculento almuerzo que por su cumpleaños le ofreció la o cialidadcon la dama duitameña Cecilia Gómez, de cuyos encantos se había prendado durante la campaña de 1814. Y agregaban maliciosos: Jóvenes: después de comer, ni un sobrescrito leer...