Los misterios de la vida y la muerte de Rasputín
El místico ruso se convirtió en el consejero y protegido de los zares Nicolás II y Alejandra, pero su in uencia sobre ellos facilitó la caída del clan de los Romanov.
La vida de Grigori Yefímovich Rasputín, el famoso místico ruso, sigue estando llena de misterios cien años después de su violenta muerte. El Monje Loco, cuya mirada penetrante e in uencia en la alta sociedad rusa sigue in amando la imaginación de muchos, pasó de vivir en un pequeño pueblo de Siberia a ser el protegido de los zares y gozar de todos los privilegios de la Rusia imperial. Pero igual que lo tuvo todo, también lo perdió abruptamente.
La in uencia de la que gozaba sobre el zar Nicolás II y especialmente sobre la zarina Alejandra jugó un papel esencial en la caída y muerte de la familia Romanov tras el triunfo de la revolución rusa en 1917. En el centenario del asesinato del excéntrico místico, curandero y consejero real, repasamos algunos de los puntos más sorprendentes de su biografía.
ANALFABETO
Parece mentira que alguien que llegó tan alto no supiera leer ni escribir, pero así era. Procedente de la aldea de Pokróvskoye, un pequeño pueblo de la Siberia occidental donde no había escuela, Rasputín creció en una familia de campesinos y con 18 años se casó con Praskovia Fiódorovna Dubrovina, con la que tuvo tres hijos.
RASPUTIN Y SUS HIJOS
Pero a pesar de su falta de educación, Rasputín tenía una gran memoria. Se dice que aprendió las Sagradas Escrituras de memoria y que las interpretaba tan grá camente que asombró no sólo a la jerarquía eclesiástica sino también a multitud de hombres y mujeres de la alta sociedad.
VINCULADO A UNA SECTA FAMOSA POR SUS ORGÍAS
Rasputín dejó a su mujer y sus hijos para unirse a los Jlystý ( agelantes o azotados en ruso), una secta repudiada por la Iglesia ortodoxa. Durante las reuniones de este grupo sus integrantes se azotaban con ramas o telas con metal para entrar en comunicación con Dios. Durante estas sesiones de éxtasis y trance, se emborrachaban y practicaban orgías, para más tarde arrepentirse y hacer constricción, con lo que quedaban puri cados.
SALVÓ ‘MILAGROSAMENTE’ LA VIDA AL HIJO DEL ZAR
El salto a la fama de Rasputín llegó en 1905 cuando, tras ganar fama de sanador a través de la oración, fue llamado al palacio del zar para cortar las hemorragias que sufría el hijo de Nicolás II y heredero al trono Alekséi Nikoláyevich Románov, que padecía de hemo lia.
No se sabe muy bien cómo, algunos expertos hablan de que quizás lo sometió a hipnosis, pero lo cierto es que el zarevich mejoró. Esto le valió la devoción absoluta de la zarina Alejandra y la puerta de entrada a la aristocracia rusa. A partir de ahí, se dice que el zar no tomaba ninguna decisión sin su consentimiento, lo que le valió numerosos enemigos.
SEDUCÍA TANTO A MUJERES COMO A HOMBRES
Pese a que puede que a ojos contemporáneos Rasputín no parezca precisamente atractivo, parece que tenía un gran éxito entre ambos sexos y que era un seductor nato. Su mirada penetrante, su alta estatura y su carisma le valieron una larga legión de seguidoras y se dice que era bastante libertino. Pero parece que también le gustaba seducir a hombres.
Rasputín frecuentaba el círculo de aristócratas homosexuales y, precisamente de este círculo, saldrían dos de los autores de su asesinato. Parece que el conde Félix Félixovich Sumarókov-Elston (uno de sus verdugos), se acercó a él para que este le curara su “enfermedad”, pero en lugar de esto el místico trató de seducirlo, lo que le ofendió gravemente.
PREDIJO SU MUERTE Y LA CAÍDA DE LOS ROMANOV
En diciembre de 1916 Rasputín escribe una carta al zar Nicolás II en la que predice su propia muerte y en la que parece aventurar el oscuro futuro que se