La Opinión - Imágenes

‘Tartufo’, de Moliere

El personaje Tartufo describió de manera tan excelsa al ser hipócrita, que este nombre es utilizado ahora en el Diccionari­o de la Real Academia Española para definir a la persona hipócrita y falsa.

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artufo o el impostor (Le Tartu e ou l’Imposteur) es una comedia en cinco actos escrita en versos alejandrin­os por Molière y estrenada en París el 12 de mayo de 1664 en el Teatro del Palais-Royal.

Orgón es un personaje bastante importante que ha caído bajo la in uencia de Tartufo (Tartu e es el nombre dado a la trufa es un hongo escondido bajo tierra), un falso devoto, que busca quedarse con todos los bienes de Orgon. De hecho, los únicos que no se han dado cuenta de la verdadera naturaleza de Tartufo son Orgón y Madame Pernelle, su madre. El mediocre y ladino Tartufo exagera la devoción y ha llegado a ser el director espiritual de Orgón. Este aventurero está tratando, además, de casarse con la hija de su benefactor, al tiempo que trata de seducir a la segunda esposa de éste, Elmira, mucho más joven que su marido. Una vez desenmasca­rado, tratará de aprovechar­se de unas donaciones ( rmadas) que Orgón le ha transmitid­o para tratar de echar a éste de su propia casa. Va incluso ante el rey, pero éste, hace que Tartufo sea detenido debido a que se da cuenta de que Tartufo es un estafador buscado.

La obra fue presentada ante el rey antes de su estreno en una versión inconclusa con sólo tres actos. Aun así, consigue indignar al partido de los devotos por su contenido. La Compañía del Santo Sacramento utilizó su in uencia para conseguir que la obra se prohibiera. Veían en ella un ataque frontal a la religión y a los valores que ellos propugnaba­n. Es cierto que tras la crítica de la hipocresía, que es el tema principal de la obra, se esconde también un ataque al papel demasiado in uyente que tenían algunos devotos directores espiritual­es, que en realidad eran saqueadore­s de herencias.

Molière trató de representa­r su obra con el título de Panulfo o el impostor en agosto de 1667. Pero tras la primera representa­ción, el responsabl­e de la policía prohíbe de nuevo la obra con el argumento de que “no es el teatro el sitio para predicar el Evangelio”. El arzobispo de París, Hardouin de Péré xe, llega a amenazar con la excomunión a cualquiera que represente o escuche la obra, a la que acusa de ser un virulento ataque a la religión.

Hay que esperar hasta febrero de 1669 para que Luís XIV de Francia autorice a Molière a representa­r su obra, que recupera además su título original de Tartufo.

INTENCIONE­S DE MOLIÈRE

Al escribir esta obra, Molière ataca un bastión muy influyente: los falsos devotos. Entre ellos se encuentran hombres religiosos sinceros pero también manipulado­res consciente­s del poder que puede proporcion­arles su devoción. Este segundo grupo es el que el autor ataca.

Con la situación doméstica que Molière re eja en el Tartufo quiere re ejar al mismo tiempo la situación política en Francia: Luis XIV, monarca absolutist­a de poder no discutido (comparable al de un padre de familia), estaba rodeado de una serie de personas que se dieron cuenta de que la única manera de mandar en Francia era acercarse al rey e in uirle, presentánd­ose como personas de pleno sentir religioso y moralidad intachable.

Molière quería que la autoridad real se ejerciese y se alejase a esas personas, que fueron las que no permitiero­n la representa­ción del Tartufo (ni siquiera bajo el título ), por lo que tuvo que alterar su obra en varias ocasiones. De hecho, el último acto enseña cómo la familia sólo puede apelar a una fuerza exterior. Él quería que eso, trasladado al plano político, simbolizas­e que sólo el rey y la justicia real podían resolver los problemas del pueblo francés.

El rey lo comprendió y levantó la prohibició­n de la obra en 1669.

PERSONAJES DE LA OBRA

Orgón: Gran burgués parisiense, que goza de una buena situación económica y social. Es una persona autoritari­a, lleva las riendas de su casa y hace observacio­nes pertinente­s a los miembros de la familia. No obstante, gracias a la in uencia de Tartufo, se presenta como un ser idiota e intratable. Con Tartufo en la casa, carece de autoridad y de voluntad, además de buen sentido. Está casado con Elmira. Es el único en la casa, además de su madre, Madame Pernelle, que no se da cuenta de la evidente farsa del Tartufo. A pesar de ser un hombre bastante inteligent­e y sensato, es muy temeroso de los castigos divinos, sobre todo del castigo de acudir al in erno tras una vida pecaminosa. Por eso cree ciegamente en todo lo que dice Tartufo, aunque

esto vaya en contra de los intereses de su familia. De hecho, por su ceguera con respecto a Tartufo, llega a expulsar a Damis de su propia casa, a planear el casamiento de su hija Mariana con Tartufo, e incluso a cambiar la herencia para que toda fuera a parar a manos del falso beato. Durante los cuatro primeros actos, Orgón es un muñeco en manos de Tartufo, y apenas sale de su engaño, lo vemos pasar al extremo opuesto: es un hombre colérico, exagerado y muy cómico (especialme­nte en la escena de debajo de la mesa, mientras escucha al Tartufo hacer proposicio­nes indecentes a su mujer Elmira).

Dorina: es la fiel criada de la casa de Orgón. A pesar de ello, tiene mucha confianza con la familia, y gracias a ello puede entrometer­se en la vida de esta, así como en el conflicto ocasionado por Tartufo. No responde al arquetipo de criada inculta y malhablada, sino que es muy inteligent­e y perspicaz, por lo que sus consejos y comentario­s son muy acertados e irónicos, de gran comicidad, debe de ser un personaje divertidís­imo de interpreta­r, ya que además de sus gestos y miradas al público, también se expresa en un lenguaje típico del pueblo llano, añadiendo aún más comicidad a la escena. Su presencia es vital en la obra, pues es ella la que maquina el engaño hacia Tartufo, con el objetivo de desenmasca­rarlo. Es la primera en darse cuenta de las intencione­s de Tartufo con respecto a la familia, hacia Orgón, hacia Elmira, etc. Es alegre, simpática, valiente, y durante toda la obra actúa como la portavoz del sentido común.

Tartufo: en la versión a comentar, el personaje del Tartufo es algo así como un bufón falsamente devoto (de hecho, Molière iba vestido de juglar o de bufón al interpreta­rlo, provocando una escena aún más rocamboles­ca), pero el papel es algo ambiguo, pues es representa­do más bien como un cura o un fraile de la época, que incluso tiene un ayudante. En las versiones posteriore­s, Tartufo pasa a ser un falso devoto en lugar de un sacerdote debido a que la Iglesia se quejó ya que lo considerab­a una ofensa.

Tartufo es el personaje principal de la obra, pues en torno a él se desarrolla toda la trama. Aparece en esta tardíament­e, pero aun así sabemos como es por los comentario­s que hacen los otros personajes. Desde el primer momento, por su malicia e hipocresía se nos hace odioso, verdaderam­ente odioso. Por sus engaños, es un hombre bastante listo y rastrero, que no duda en engañar y aprovechar­se de los inocentes que creen en su palabra. Tiene un aspecto de bufón que hace reír al público, pues sus comentario­s acerca de su supuesta pobreza no se correspond­en en absoluto a su buen estado de salud (de hecho, es descrito por Dorina como gordo, colorado, con mucho apetito, etc.)

Damis: el hijo de Orgón. Es un personaje que dice todo lo que piensa, muy apasionado, a veces resultando excesivo (Dorina teme que pueda echar a perder todo el plan ideado para desenmasca­rar a Tartufo), pero ante todo leal a su familia, y de buen corazón. Su padre, dejándose llevar por la ira, echa de casa a Damis, porque piensa que su hijo lo ha traicionad­o al ultrajar a Tartufo. Se da a entender que pueda estar enamorado de la hermana de Valerio y que por ello apoya la relación entre éste y Mariana.

Mariana: la hija de Orgón. Es joven y bella, por ello su padre decide casarla con Tartufo, a pesar de que ella estaba

previament­e comprometi­da con Valerio, el verdadero amor de su vida. Es muy obediente, sobre todo con los mandatos de su padre, y en ningún momento se rebela con firmeza sobre la idea de casarse con el falso beato, pues desobedece­ría la orden de su amado padre Orgón. De hecho, es Dorina y su madre Elmira las que se manifiesta­n más en desacuerdo con el imperativo de Orgón. No participa demasiado en la obra.

Valerio: el novio de Mariana. Cuando se entera de que Orgón planea casarla con Tartufo se ofende y decide dejarla, pero Dorina logra poner paz entre ambos.

Cleanto: Es el cuñado de Orgón, hermano de la primera esposa de éste. Es soltero, o por lo menos en la obra no se menciona lo contrario. Es muy calmado, al contrario que Damis, y por sus comentario­s es de extremada inteligenc­ia. Tiene una mentalidad muy analítica, racionalis­ta y metódica. Sus consejos son muy apreciados por la familia, en todos los ámbitos, tanto en política y economía con Orgón, como con otro tipo de consejos. Junto a Dorina, es de los personajes más inteligent­es y sensatos de la obra. Aun así, gracias a la ceguera de Orgón, llega a pelearse con él porque no quiere ver la realidad tal y como es. Por otra parte, es quizás el personaje menos cómico o gracioso de la obra, pues siempre actúa con gestos calmados y con comentario­s largos y exentos de pasión. Madame Pernelle: la madre caprichosa de Orgón. Es de ideología muy tradiciona­l y bastante retrógrada. Se muestra de acuerdo en todo momento con la presencia de Tartufo en la casa, incluso cuando al final tanto Orgón como el resto de la familia han desenmasca­rado a Tartufo, sigue apoyando sus actos. La comicidad de este personaje reside precisamen­te en eso, en el aspecto de ancianidad que expresa, mezclado a los comentario­s típicos de abuela entrometid­a. Por ejemplo, una escena muy graciosa en la que Madame Pernelle participa es cerca del principio, donde critica los comportami­entos de los miembros de la casa de Orgón de forma autoritari­a, a la par de cómica.

Flipota: La empleada de Madame Pernelle. Sale en el Acto Primero, y no habla.

Leal: Alguacil que aparece en el acto quinto, escena IV. Es el alguacil que es mandado por Tartufo para decir a Orgón que Tartufo era el dueño de su casa y por lo tanto él debía desalojar el lugar. Se caracteriz­a por ser una persona muy educada y correcta para hablar.

Elmira: segunda esposa de Orgón, mucho más joven que él. Se presenta como una mujer con criterio propio, sensata y moderada a la vez que resuelta y con capacidad para tomar decisiones y luchar por la defensa de su familia. Rechaza claramente la hipocresía tanto como las posiciones de víctimas en las mujeres.

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Moliere
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Escena de la comedia Tartufo o el impostor de Moliere.
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