Leyenda del Cerro de la Vieja
Cuenta la leyenda que hace muchos años vivió en un cerro de la vereda Menzulí, una hermosa joven llamada Margarita, quien trabajaba con esmero en las actividades propias del campo.
Los días domingo, Margarita se dirigía hasta Chinácota para abastecerse de los víveres e insumos que requería para sus labores.
Dicen los más ancianos que un día de estos en que Margarita retornaba del pueblo a su finca, unos rufianes la esperaban por el camino para abusar de ella. Al verse sorprendida por estos hombres, la joven invocó con gran fe a la Santísima Virgen y cuentan que en ese momento se desató una fuerte tormenta que lleno de temor a los agresores, quienes huyeron despavoridos. Después de este aconteci- miento, Margarita maldijo al pueblo, se refugió en el cerro y no se le volvió a ver por Chinácota.
De Margarita se cuenta que después de envejecer algunos la han encontrado en el cerro. Y que cuando son personas buenas han recibido de ella recompensas, pero cuando son cazadores o personas mal intencionadas ella se encarga de que reciban un castigo. Cuentan que en una ocasión un campesino que buscaba leña por el monte se encontró con la vieja y esta le regalo unas naranjas, las cuales el hombre guardó en su mochila, al llegar a su rancho descubrió que las naranjas se habían convertido en oro. También dicen los lugareños que cuando van de cacería o encienden fuego en el cerro, la vieja les manda torrenciales aguaceros. Relato tradicional del municipio.