Todos somos iguales
Madres, abuelas, niñas, mujeres todas, el 8 de marzo es una fecha para resaltar el papel, la importancia y la dignidad de las mujeres en todos los procesos de la vida, y en todas circunstancias; claro que un día es poco para reconocer la participación de las mujeres en la construcción de una familia, en la conquista del mercado de trabajo, en la lucha por su libertad de pensamiento y de elección, hasta llegar a ocupar un espacio al que tiene derecho, y al que en muchos lugares todavía no alcanza.
Esta fecha que fue instituida por la ONU, dedicada a las mujeres trabajadoras se debe a un trágico suceso que ocurrió en 1857 en los Estados Unidos, donde mujeres que trabajaban en una fábrica textil de Nueva York, resolvieron unirse y parar de trabajar como protesta a sus precarias condiciones de trabajo; pedían reformas laborales haciendo valer sus derechos. Ellas trabajaban 16 horas diarias, y recibían la tercera parte del salario de los hombres… La rebelión fue contenida de forma violenta, y terminó con la muerte de 129 trabajadoras, carbonizadas dentro de la fábrica.
Actualmente, todavía hay sitios de trabajo donde a las mujeres se les paga menos que a los hombres, aunque en general, en Colombia las condiciones laborales son iguales para ambos géneros. Pero lamentablemente, en nuestro país y en muchos otros, la violencia contra la mujer se ha desbordado, y diariamente escuchamos noticias en las que ellas son víctimas.
Aplicando el sentido de la celebración a los primeros años de vida, recordemos que el primero de los derechos de los menores en la Declaración Universal de Derechos del Niño es el Derecho a la igualdad, sin distinción de género, raza, religión o nacionalidad. Con ello se pretende conseguir que todos los niños sean tratados de la misma forma, para lo que todavía nos falta mucho por hacer como sociedad; dejando en el pasado ideas machistas en las que las mujeres deben depender y obedecer al hombre: todos somos iguales, tenemos los mismos derechos, las mismas capacidades, merecemos respeto y tener las mismas oportunidades.
Las generaciones anteriores fueron educadas en una sociedad, que pretendía asignar un rol a cada sexo; muchas de estas costumbres han sido cambiadas, y en las familias vemos a los padres y a los hijos varones colaborando en tareas del hogar, para aliviar el trabajo de la mamá que también labora fuera de casa.
Esta fecha que nos comenta de logros alcanzados por la mujer a través de la historia superando miles de injusticias y dificultades, te la proponemos como tema de reflexión para compartir con la familia y con los compañeros de clase; muy seguramente surgirán argumentos y propuestas interesantes. Colombia necesita jóvenes convencidos y comprometidos para tener una sociedad donde todos seamos iguales, con las mismas posibilidades, y dejando atrás épocas oscuras de injusticia y violencia…