La casa danzante de Praga
Una demostración de las maravillas arquitectónicas que el siglo XX nos dejó, es “La casa danzante de Praga”; construida a finales de los 90, y haciendo un marcado contraste con las iglesias y puentes medievales que la rodean, es actualmente, uno de los lugares más emblemáticos de esa ciudad, ocupando el solar de una casa señorial arrasada durante la Segunda Guerra Mundial.
Parece, pero no se está cayendo; su peculiar estilo se llama deconstructivista, y está compuesta por dos edificios entrelazados: el primero es una torre de cristal que se estrecha hacia la mitad; el segundo es inconfundible por sus ventanas no alineadas y sus formas curvas, que contrastan con las casas que la rodean; aunque los vecinos de la obra protestaron en su momento, los arquitectos Frank Gehry y Vlado Milunic con el total apoyo del presidente checo Václav Havel, la convirtieron en un moderno símbolo de Praga; y no se equivocaron pues a pesar de los enormes costos del proyecto debido a las complicaciones técnicas de construir un edificio de estas características, “La casa danzante” es en la actualidad en uno de los edificios modernos más queridos de Praga, y ganadora de varios premios de arquitectura.
El deconstructivismo es un movimiento arquitectónico que nació a finales de los años 80 del siglo XX. La apariencia visual final de todas sus construcciones es completamente diferente de las que estamos acostumbrados a ver, y algunas de ellas muestran un caos controlado. Una de las más bellas muestras de esta corriente arquitectónica es el espectacular Museo Guggenheim de Bilbao, España, también obra del arquitecto Frank Gehry; construido a orillas del rio Nervión, su estructura de contornos orgánicos, trata de parecerse a un barco, y sus paneles brillantes de titanio, reflejadas en el rio, recuerdan las escamas de un enorme pez.