Ganadores del Concurso de Ensayo “Azorín”
Premiación
Ensayo ganador: Capitalismo y Medio Ambiente: Dos vías opuestas Escrito por: José Miguel Jaimes Prada Grado 11° del Colegio Calasanz
El presente ensayo pretende demostrar sin lugar a dudas, que la supervivencia del hombre y todas las demás formas de vida con las que compartimos hogar, se ve comprometida con una causa política, económica y social de nivel macro; por lo que se hace necesario el reemplazo de la actual coyuntura ultracapitalista y extractivista que impera en la gran mayoría del globo.
Nos fundamentamos pues, en que como Noam Chomsky y Naomi Klein afirman, los mayores riesgos de posible extinción del hombre, son la guerra nuclear y el cambio climático.
Y aunque hubiere una voluntad absoluta en adoptar estilos de vida ecológicos y sustentables, si no se cambia la estructura no estamos haciendo nada. ¿Por qué? Porque solo 100 compañías multinacionales son responsables del 70% de emisiones de gases de efecto invernadero; porque estos mismos agentes económicos son responsables de llamar ante la opinión pública chivos expiatorios para excusar su actuar; porque en gran parte de las democracias liberales contemporáneas, el lobby de las energías
fósiles tiene a muchos de los políticos del statu quo en su bolsillo, y porque a pesar de que estas compañías, estos gobiernos vendidos a las energías sucias saben el daño que realizan, no les importa en lo más mínimo, como demuestran Exxon, BP, Chevron, el gobierno estadounidense, la actual administración colombiana, etcétera. Porque esos estilos de vida “verdes” no son asequibles por la mayoría de la población mundial, aunque para muchos son la única solución.
Pero no es motivo de desanimarnos. También es claro que países autoproclamados “socialistas” como la antigua URSS o China son capaces del mismo daño, o peor, tomándose en nombre de la lucha de clases la contaminación industrial a gran escala. Es por ello que los reclamos ambientalistas tienen razón.
Porque como anunció este año Naciones Unidas en su informe climático anual, disponemos de doce años para corregir el rumbo actual del ecosistema antes de que los daños sean catastróficos e irreversibles. Un concepto vital ahora en las luchas sociales es el actuar en diversos frentes que se correlacionan entre sí.
Así como es necesario emprender la lucha por las energías renovables, hay que realizarla por la reparación de las comunidades despedazadas por el flagelo del despojo y posterior destrucción de la tierra; hay que realizarla para salvar la biodiversidad, para exigir la prohibición inmediata y para siempre del fracking, y para darle oportunidades mínimas y dignas a toda la población. Porque solo de personas viviendo dignamente se genera el esfuerzo de recuperar un ambiente digno. Y allí entra la esperanza.
Así como le damos un “no” rotundo a todo lo que nos destruye y daña, hay que darle un “sí” a las políticas necesarias para recuperar nuestro planeta.
Y esa lucha se consigue informándose, leyendo, siendo partícipe y divulgando el conocimiento necesario de por qué hay que reclamar un planeta limpio. Siendo críticos, exigiéndole a los poderosos rendir cuentas, y eventualmente accediendo al poder con el ideal de salvar nuestro hogar. No es un objetivo imposible. Es sencillamente, reclamar el espacio que nos corresponde en la historia.