“El tiempo perdido los santos lo lloran”
Es un refrán muy utilizado en nuestro país para resaltar la importancia de tener una buena administración del tiempo que nos permita ser personas triunfadoras.
Uno de los factores que debemos tener en cuenta para administrar bien el tiempo y alcanzar las metas que se ha propuesto es “priorizar y eliminar toda actividad que no sea trascendental”.
Primero el deber y después el derecho: ¿Por qué a muchas personas les cuesta tanto la disciplina para alcanzar las metas que se han propuesto? Por la tendencia a la comodidad, contra esto debemos luchar todos, obviamente es más fácil desvelarse hablando con amigos que haciéndolo para terminar una tarea escolar, es más sencillo pedir comida que hacerla, etc. Nos esforzamos por tener una vida placentera, eso es excelente, pero si pensamos “primero el deber y después el derecho”, significa que antes de gozar de excelentes beneficios hay que haber pagado un precio, así que dedicarle tiempo al estudio tan solo un “ratito” al día cuando se está en un mundo lleno de conocimientos es inaceptable.
Cuando asistimos a una competencia olímpica, observamos que son fracciones de segundos las que hacen “grandes diferencias”, hay quienes son recordados para la historia por décimas de segundo, mientras que otros quedan en el olvido. El tiempo que se empleó en el entrenamiento, el haber hecho un esfuerzo adicional, aunque fuese del uno por ciento durante varios meses, es lo que hace a los campeones.
Esa lección la tenemos que aprender… y practicar.