Júpiter, el planeta con más lunas
Galileo Galilei, en sus noches en claro, observando el firmamento hace 400 años, dirigió el telescopio rudimentario hacia Júpiter y vio que lo acompañaban tres puntitos; mirando y mirando, cuatro días más tarde, descubrió otro. No eran estrellas, porque que giraban alrededor del planeta. Eran satélites y, hasta entonces, no se conocía ningún otro planeta que los tuviera, excepto la Tierra.
“Unos años más tarde”, las naves Voyager estudiaron y fotografiaron el sistema de Júpiter en 1979. Después, en 1996, se puso en marcha el proyecto Galileo que permitió observar Júpiter y sus lunas una buena temporada. Las observaciones realizadas por las sondas que se acercaron a este planeta han permitido localizar un total de 67 lunas; ¿Asombroso, no?
Las más grandes de ellas, los cuatro satélites galileanos, fueron descubiertos en 1610, por Galileo Galilei y fueron los primeros objetos encontrados en orbitar un cuerpo diferente a la Tierra o el Sol.
Es el satélite más grande de Júpiter y también del Sistema Solar, con 5.262 kilómetros de diámetro, mayor que Plutón y Mercurio. Gira a 1’070.000 kilómetros del planeta en poco más de siete días; tiene un núcleo rocoso, un manto de agua helada y una corteza de roca y hielo, con montañas, valles, volcanes, cráteres y ríos de lava.
Con un diámetro de 4.800 kilómetros, casi igual que Mercurio, gira alrededor de Júpiter, cada 17 días. Lleno de cráteres, está formado, a partes iguales, por roca y agua helada. El océano helado disimula los cráteres. Es el que tiene la densidad más baja de los cuatro satélites de Galileo.
Es el satélite más cercano a Júpiter. Tiene 3.630 km. de diámetro y gira a su alrededor en poco más de un día y medio; es rocoso y tiene mucha actividad volcánica. Su órbita se ve afectada por el campo magnético de Júpiter y por la proximidad de Europa y Ganímedes.
Su órbita se sitúa entre Ío y Ganímedes, a 671.000 km. de Júpiter. Da una vuelta cada tres días y medio; su aspecto es el de una bola helada con líneas marcadas sobre la superficie del satélite. Probablemente son fracturas de la corteza que se han vuelto a llenar de agua y se han helado.
El resto de las lunas de Júpiter: Son satélites irregulares, cuyas órbitas directas y retrógradas están mucho más lejos del planeta y tienen altas inclinaciones y excentricidades. Estas lunas fueron probablemente capturadas por Júpiter de órbitas solares. Hay 16 satélites irregulares recientemente descubiertos que aún no han recibido sus nombres.