Suite francesa
Muchas veces resulta más interesante cómo se ha fraguado una cinta que la propia película en sí. Un caso similar ocurre con Suite francesa, basada en una serie de novelas que no se concluyeron porque la autora falleció. El encargado de llevar a buen puerto la cinta es Saul Dibb. Michelle Williams (Oz, un mundo de
fantasía) y Matthias Schoenaerts (La entrega) son sus protagonistas. Un pueblecito francés se ve invadido por los nazis en plena Segunda Guerra Mundial. Como estos vienen de buenas deciden instalarse en las casas de los pueblerinos. A casa de una mujer muy rica, que vive con su nuera (a la espera de que el marido de esta e hijo de la otra regrese de la guerra) llega un apuesto alto mando alemán. La chispa entre el militar y la nuera no tardará en saltar y ambos vivirán un quiero no puedo, mientras la convivencia en el pueblo se tambalea. La historia resulta de lo más atrayente, pero conforme se acerca el tercer acto o resolución, la cinta se convierte en un querer cerrar todo deprisa y corriendo, que hace que la bonita historia de amor se diluya entre miles de historias secundarias.
Suite francesa se basa en las novelas inacabadas de Irene Némirovsky, una judía francesa que murió en un campo de concentración de Auschwitz, que sólo escribió las dos primeras novelas y dejó el planteamiento para otras tres más. Saul Dibb le tiene cogido el pulso a las películas de época, consigue engancharnos a la historia desde el primer momento, con un ritmo casi imparable para una cinta como esta. Una lástima que el guión al
nal se convierta en un batiburrillo, pues si la cinta se hubiera tomada su tiempo (esta lo necesita) sería algo mucho más interesante. Tanto Michelle Williams como Matthias Schoenaerts esta correctos en sus papeles. Es interesante como Schoenaerts contiene sus emociones durante los primeros minutos de la cinta, y es que estamos hablando de un teniente nazi (que ya de primeras el personaje no puede caer bien), pero conforme pasan los minutos poco a poco muestra un carisma que consigue meterse al espectador en el bolsillo. Kristin Scott omas (Sólo Dios
perdona) está impresionante como siempre, aunque su personaje se diluye en el último tramo, una pena, pues es un villano, dentro de la trama global, que merecía un mejor desarrollo. También se pasean en roles más secundarios las últimamente muy solicitadas Margot Robbie (Focus), casi irreconocible de morena, y Ruth Wilson (Al encuentro de Mr.
Banks). En resumen, Suite francesa podría haber sido una muy buena película y un buen entretenimiento si los Weinstein no formaran parte de ella. Se nota que estos han metido mano en el montaje nal, y su último acto es un galimatías. Suite francesa es de esas cintas que si requieren un poco más de duración para atar todo bien atado.