En las tiendas hay buena atención, pero tomaron distancia
Con tapabocas, guantes y barricadas reciben a sus clientes. Compradores celebran las medidas de precaución. Cambios.
Los tradicionales saludos: “Buenas, doña Susana o don Javier”, la tocadita en el hombro o el apretón de manos y las largas charlas, mientras se compraba arroz, aceite o plátanos en tiendas y revuelterías de barrio cambiaron.
A partir de la pandemia del coronavirus y del aislamiento, decretado por el Gobierno nacional, tenderos y propietarios de revuelterías y misceláneas tratan de atender con la mayor rapidez del caso, a distancia, y con guantes y tapabocas como si se tratara de un servicio clínico.
M i s a e l Al b e r t o Aristizábal, de la tienda María E, en el barrio El Sol, dice que aunque se siente un poco raro, las condiciones los llevaron a alejarse, por lo menos a un metro, y atender detrás de las rejas. “Hay que cuidarnos. Tenemos el gel y el alcohol para limpiarnos, y nos lavamos las manos cada momento, porque recibimos dinero”, explicó.
Su felicidad se centra en que hay buena oferta en la Galería, aunque ya
“Estoy atendiendo al público a puerta cerrada, por una ventana y me pongo tapa bocas”. se nota el encarecimiento de alimentos como el arroz, la panela y verduras. “Se consiguen gracias a Dios, pero subieron. El arroz de $ 42 mil a $ 48 mil la arroba. Habrá que subirlo unos $ 200 la libra, o vamos a ver”.
“Atiendo a puerta cerrada y me lavo las manos y uso guantes. Unos productos subieron de precio”.
Con cuidado
Desde su tienda Fruver La Argentina, Gustavo Gallego y su esposa, Gladys López, señalaron que las ventas siguen normales. “Hay que trabajar es con tapabocas, las bolsas en las que empacamos son nuevas y todo lo manipulamos con guantes. Cerramos una puerta y pusimos unas mesas en la otra, no se deja entrar a nadie, pero la gente es consciente y aplaude estas medidas de control”, aseguró.
En eso coincide Jackeline Herrera, quien ayer en la mañana esperaba paciente para comprar frutas y verduras en la Tienda Multufruver Tamayo, en el barrio San Jorge. “Hay que tener conciencia y saber que es un bien para todos. Ojalá salgamos pronto de esto”, dijo.
En este lugar, hay pasillos amplios para que la gente pueda acceder, pero también se cerró. “De afuera no más. Bloqueamos el paso, atendemos a distancia”, explica Jhon Jairo Ossa, quien sostuvo que en general hay una oferta normal de alimentos. “Seguimos ofreciendo nuestros servicios como cualquier día, salvo por el horario de 8: 00 a: m a 4: 00 p. m, como se definió”.
Enseñanzas
Claudia Patricia Cardona, de la Miscelánea y avícola Don Marcos, en el barrio Guamal, resaltó que, en medio de esta crisis, las ventas mejoraron. “Tenemos una reja y la cerramos todo el tiempo. Atendemos con todas las precauciones del caso. Lo que sí nos pidió la Policía es no atender menores de 18 y mayores de 60 porque tienen orden de estar en casa todo el tiempo”, comentó.
Frente a sus productos, explicó que la oferta es normal, salvo por el azúcar, el arroz y los huevos que se empezaron a encarecer. Antes se vendían a $ 300 y $ 350 y ahora hay que venderlos a $ 400.
¿ Qué enseñanzas quedan?, les preguntamos. “Que hay que lavarse las manos, tener mayor higiene”, dijo Jhon Jairo, mientras Claudia sostiene: “A veces tan complicados para todo y hay que entender el valor de la familia, que la vida es una, no más. Bendito sea Dios”, reflexionó.