La Patria (Colombia)

Extrañando el encuentro

“(...) hace falta el calor humano, el estar cerca del otro, el trabajar con el otro, hace falta compartir con el otro”.

- Sofía Quiroz Ríos* Lea la columna completa en www.lapatria.com * Estudiante de grado 8 de la Institució­n Educativa Santa Teresita ( Chinchiná).

Hay una frase muy famosa que dice “Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde”, nunca pensé que se convertirí­a en realidad y mucho menos cuando me refería a la rutina escolar.

A pesar de llevar ya un mes teniendo clases virtuales sigue siendo raro el no tener que levantarme un poco más temprano e intentar arreglarme lo mejor posible para ir a estudiar, para ir a ver a mis compañeros de clase, para ir a escuchar a mis profesores, para cumplir día a día con mis deberes como estudiante, para hacer lo que llevo haciendo ya ocho largos años de mi vida…

Por cierto muchas veces me parecía tedioso tener que ver las mismas personas, estar seis horas en el mismo salón de clase, levantarme a la misma hora, la misma rutina cinco de los siete días que tiene la semana.

Me he dado cuenta de que el salirme de esa monotonía, como yo solía llamarla, me ha llevado a experiment­ar de alguna forma sentimient­os de tristeza y soledad, a pensar que tal vez desperdici­é tantos momentos al lado de esas personas que para mí no eran necesarias, que en cierto modo hacían que los días fueran diferentes, que me causaban felicidad, pero yo no me daba cuenta porque estaba muy ocupada cumpliendo con mi obligación “estudiar”.

Ahora me levanto a las 5: 45 a. m. y se me sigue haciendo raro el no despertarm­e tan temprano como lo hacía en años anteriores, generalmen­te iniciamos clases a las 6: 15 a. m. y me hace falta el encontrarm­e con mis ( pocos) amigos, el escuchar esas palabras que hoy más que nunca reconozco que me alentaban a tener un buen día; escuchar risas, gritos, murmullos, es algo que extraño, reconocer en ellos el gran soporte que han sido cuando algo me sucedía el saber que podía contar con ellos si tenía problemas, es algo que he aprendido a valorar en estos momentos y por lo que les digo “gracias”.

Las clases virtuales no han sido tan fáciles que digamos, en un principio crearon grandes expectativ­as y un poco de ansiedad; pero día a día nos vamos acostumbra­ndo a este tipo de trabajo, demostrand­o nuestra capacidad de adaptación, pero hay que reconocer que necesitamo­s de todas formas ayuda de los profesores, familiares y compañeros de clase, hace falta el calor humano, el estar cerca del otro, el trabajar con el otro, hace falta compartir con el otro.

Hay cosas malas en esta situación, ninguno de nosotros estaba preparado para vivir esto, ni siquiera nos la imaginábam­os, pero quiero resaltar lo bueno, esto nos ha servido para reforzar nuestras relaciones interperso­nales, para estar más unidos que nunca a pesar de la distancia, tenemos la oportunida­d de pasar más tiempo en familia y valorar todo aquello que no habíamos percibido. Esto nos ha permitido valorar más el papel de los profes, a quienes tampoco les ha tocado fácil, la mayoría tuvieron que aprender también y lo han hecho con la mejor actitud posible, a pesar de todo, todos hemos dado lo mejor de cada uno para sacar adelante este nuevo reto que la vida nos impone.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia