Entrevista con...
Esperaba estar al frente de la entidad durante los cuatro años de administración. Freno.
MARISOL CARANTÓN AGUDELO, gerente de Infimanizales, quien habla de los motivos de su renuncia.
Últimamente se veían algunos bloqueos hacia mi gestión y había una interferencia de terceros. Tengo un carácter fuerte y sé decir cuándo estoy de acuerdo y cuándo no, y si no lo estoy, mejor me hago a un lado”.
"En este día lluvioso, mientras redactaba esta carta de renuncia, me enteré en el periódico de la muerte de la jueza Ruth Bader Ginsburg a sus 87 años, una valerosa mujer que siendo minoría en un tribunal de hombres se destacó por la defensa férrea de sus convicciones, sus principios y las causas en las que creía".
Con estas palabras, la gerente saliente de Infimanizales, Marisol Carantón Agudelo, concluyó su carta oficial de renuncia ante el alcalde, Carlos Mario Marín. Allí dice que comparte el concepto de la exmagistrada de la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos: "Ser recordada como alguien que usó el talento que tenía para hacer su trabajo de la mejor manera posible".
Las palabras no son al azar. Las aprovecha para ratificarle al alcalde lo que también le dijo en una carta privada y en la que expresó su disgusto por los bloqueos e interferencias de un asesor que le habla al oído al mandatario municipal. En diálogo con LA PATRIA, Carantón Agudelo hizo público ese malestar.
Los bloqueos Usted le envió una carta al alcalde en la que le describe las verdaderas razones por las que se va ¿qué pasó?
Le escribí porque lo aprecio mucho, es una persona buena y bien intencionada, y me apoyó durante este tiempo, pero hay momentos en que una entidad de estas, con la responsabilidad que tiene, necesita el acompañamiento institucional. Efectivamente, últimamente, se veían algunos bloqueos hacia mi gestión y una interferencia de terceros. Tengo un carácter fuerte y sé decir cuándo estoy de acuerdo y cuándo no, y si no lo estoy, mejor me hago a un lado.
¿Y quiénes son esos terceros, los que le hablan al oído al alcalde?
Probablemente sí. Son personas o realmente es una la que interfiere. No digo que tenga malas intenciones, solo que cuando usted es gerente, tiene unos roles y tiene que actuar.
¿Trataron de pasar por encima?
No, porque tampoco no lo voy a dejar. Pero quería eso en cierta forma. Es que no estaban claros los roles como consejero, pero también está el rol del gerente y por eso muchas veces aclaré cuáles eran mis facultades.
¿Y qué tanta cercanía tiene esa persona para influir o decidir?
No solo por la cercanía, sino por su facultad dentro del Consejo Directivo para hacer presión. Allí hay unos excelentes consejeros privados, pero todo tiene un límite.
La voz al oído ¿Y quién es esa persona?
No, por prudencia es mejor dejarlo así.
Pero hace parte del Consejo Directivo de Infi y es muy cercano al alcalde...
Pues el alcalde confía mucho en sus consejeros, y tratamos de configurar todas las juntas, sobre todo la de Aguas de Manizales y de Infi con consejeros privados y públicos con experiencia, pero finalmente en todas partes hay diferencias, y lo más importante es saber hasta dónde va uno, su responsabilidad, y cuándo se hace a un lado.
¿Ese asesor es privado o público, externo, hace parte del gabinete?
Los consejeros están reglamentados por los estatutos, por la creación de Infimanizales, esta junta es muy sui generis (singular), la preside el alcalde y con
suplencia del secretario General. Están las secretarías de Hacienda y de Planeación, sin suplente, y un delegado del Comité Intergremial, con suplencia. El otro renglón es designado por el alcalde del sector privado, con suplente, y no tengo nada qué decir de ellos, son muy comprometidos y juiciosos.
El problema entonces es por el lado de los públicos...
No, recuerde que hubo un cambio de gabinete en el que cambiaron a los secretarios General y de Planeación, y los nuevos llevan apenas una sesión de esa junta. Son cosas de junta directiva y de consejo, donde uno empieza a agotarse.
¿Entonces es por el lado de las suplencias de los privados?
En efecto, es por donde se han presentado interferencias.
Los intereses ¿Qué tanto se frenó la gestión con esa interferencia?
No es puntual. Es más del día a día. Cuando se lleva algo que ya está listo y se devuelve; cuando se espera el nombramiento de personal y no se va, cuando son esperas continuas. Por eso pensé: hasta dónde aguanto. Tenía toda la intención de estar los cuatro años, dejé a mi hijo, mi casa y mi empresa en Bogotá, hice la apuesta por la ciudad, pero finalmente, como persona, es mejor tener paz interior y tranquilidad y saber que se hizo la tarea hasta donde se pudo.
¿Esto le generó desacuerdo con el alcalde?
No. Yo he sido clara con él, lo aprecio demasiado, lo respeto mucho y me vine de Bogotá porque le creo, pero esto pasa en consejos directivos, con gobiernos corporativos y por eso hay que tener reglas claras. Es la próxima fase, modelar el Gobierno Corporativo, que sea sólido para Infi y para las empresas del holding.
¿Qué tanto hay detrás de esos intereses?
No estoy diciendo que hay algo malo, por debajo o indebido,
es más por la intención, a lo que querían llegar o el alcance que se estaba dando. Por eso, siento que entrar en esos choques internos son desgastantes. Alguien me dijo que por qué no denunciaba, pero es que no hay nada malo, es la interferencia continua y el desgaste de uno como persona.
En rumores de pasillo se habló de presiones para firmar algunos contratos ¿es cierto?
También lo escuché y es totalmente falso, no he sido presionada y no lo dejaría. El alcalde ha sido claro con su política de transparencia. Todo sale a licitaciones, procesos públicos o por concursos, como le digo es más la interferencia.
Los cambios ¿Qué recomendación le daría al alcalde, con esas voces que lo terminan afectando?
El alcalde ha adquirido mucho carácter y ha entendido y mejorado en su parte gerencial. Mi recomendación es que siga con los rediseños institucionales, con el reenfoque de las empresas, somos públicas, pero seguimos siendo empresas. Hay que dejar las decisiones paternalistas y mantener la política de fortalecer el holding, dejar su gobernabilidad en manos de Infi, para exigir indicadores y eficiencia. Esa política la empezó a implementar conmigo y debe seguir.
¿Y sobre gobierno corporativo?
Esa es la segunda fase. Es el principal reto para consolidar su Plan de Desarrollo, la meta es que Infimanizales lo apoye, pero necesita de un gobierno corporativo con reglas claras, que sepa el rol del gerente, de los consejeros. Aquí hay un término que no me gusta usar mucho y se llama coadministrar y el objetivo es definir esos límites.
¿Eso pasó en su caso?
Dentro de mi gerencia no pasó, no lo dejaría, pero puede llegar a pasar con esas injerencias, pero con un gobierno corporativo claro ni siquiera tendría que pensarse en que podría suceder.
¿Para dónde se va?
Tengo una empresa que empecé desde cero hace seis años y ya tiene 80 empleados (Up holding S.A.S). También tengo propuestas del Gobierno nacional, pero no es el motivo por el que me voy. De entrada, me devuelvo para Bogotá.
Todas las empresas y secretarías son muy diferentes, la mía es un pulpo por el grado de responsabilidad y por eso hay que saber cuándo toca tomar decisiones”. Marisol Carantón Agudelo.